Una idea para Giorgi: Sello verde para la industria automotriz
En Brasil, cada 0 Km. tendrá un sello que identificará el nivel de nivel de consumo de energía y la emisión de contaminantes. El objetivo es obligar a que la industria invierta en tecnología capaz de competir con los vehículos importados.
El gobierno brasileño obligará a la industria automotriz a adoptar un sello que clasifica a los vehículos según la emisión de contaminantes y su consumo de combustible, explicó la periodista Martha Beck en el diario O Globo, de Rio de Janeiro.
En la evaluación del secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Nelson Barbosa, el momento es ideal para que Brasil debata la fabricación de vehículos híbridos.
Esa categoría de automóviles, con la posibilidad de ser movidos por electricidad, contaminan menos y reducen la dependencia del mercado doméstico de etanol y naftas.
La idea es parte de una estrategia para mejorar la calidad de los automóviles nacionales y para incentivar a las fábricas instaladas en Brasil a invertir en tecnología menos contaminante y más eficiente.
El plan estaba en manos del equipo económico desde el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva pero ahora será implementado, en función de la reciente crisis en el abastecimiento de etanol.
"La discusión sobre nuevas tecnologías para el sector automotriz continúa muy fuerte en el mundo. Ese proceso y la crisis del etanol provocaron que el asunto regresara a la agenda", afirmó Barbosa.
El nuevo sello unificará otros 2 que ya existen en el mercado, y los hará obligatorios:
-el sello Verde concedido por el Ibama (Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis) segun el nivel de emisión de contaminantes; y
> el indicador de eficiencia energética del Programa de Etiquetaje Vehicular del Incetro (Instituto Nacional de Metrología, Normativización y Calidad Industrial).
Sin embargo, esa obligatoriedad no será inmediata. Se concederá a la industria algunos meses de adaptación.
La expectativa es que el sello pueda ser usado en los modelos a partir del comienzo de 2012.
Otra forma de mejorar la calidad de los vehículos brasileños ocurrirá por medio de incentivos fiscales.
En la política de Desarrollo de Competitividad (PDC), que será anunciada en los próximos meses, la administración Dilma Rousseff definirá una regla mediante la cual la producción de vehículos con mayor contenido nacional tendrá derecho a créditos tributarios.
Esa es la línea que viene siendo usada por el gobierno brasileño en los incentivos para productos electro-electrónicos, como las computadoras móviles tablets.
En el futuro, las autoridades también podrán usar la obtención del sello por una categoría de vehículos para conceder incentivos fiscales tales como la reducción de Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI).
Dado que existían diferentes formas de catalogar la eficacia energética de los vehículos en el país, los técnicos consideraban que existía una dificultad para crear beneficios tributarios.
La duda era qué premiar: ¿autos más económicos o autos menos contaminantes?
La Asociación Nacional de los Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) evitó comentar los planes del gobierno.
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