México le ganó a Uruguay la final 2-0 y se quedó con el título que organizó
En medio de un marco esplendoroso en el Estadio Azteca, la selección mexicana se coronó en el Mundial Sub 17 2011 al derrotar por 2-0 al representativo de Uruguay, para dar al futbol mexicano el segundo título en esta categoría y los únicos en mundiales..
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Los más de 100 mil espectadores, entre ellos el presidente Felipe Calderón, festejaron la coronación de los dirigidos por Raúl Gutiérrez, entre porras, cantos, coros y el himno de batalla, el "Cielito Lindo".
En el minuto 32 del primer tiempo, México dió el primer zarpazo tras una primera media hora donde francamente, dominó Uruguay. Un centro que peinó Carlos Fierro y que le cayó al capitán Briseño, quien zapateó el balón entre el poste y el último hombre charruá parado en la última línea.
La reacción uruguaya fue tímida, ya que el gol le dió un aliciente a los locales y comenzaron a tomar el balón nuevamente en el mediocampo, metiendo a los uruguayos cada vez más en su propio terreno, bajo el agobio del clima, la presión, la gente y la situación futbolística del encuentro.
Ya para la segunda mitad, México estuvo en peligro de perder la ventaja con un par de grandes jugadas tejidas por los sudamericanos, que pudieron concluir Guillermo Méndez y Elbio Álvarez, apenas fallando los disparos preciados que le podían dar el empate transitorio a los dirigidos por Coito.
Carlos Fierro, junto a Marco Bueno adelante, comenzaron nuevamente a morder de media cancha hacia adelante para poner en aprietos a Jonathan Cubero, jugador que a la postre fue elegido el mejor arquero del certamen.
El regalo a la persistencia llegó a nada del final, cuando Giovani Casillas arrancó con gran velocidad y el balón a sus pies por la pradera izquierda, con solamente el arquero Cubero impidiendo un marco abierto. Casillas cruzó su balón raso a segundo poste y puso el último clavo en el ataúd uruguayo. Gol, júbilo y bicampeonato.
En el minuto 32 del primer tiempo, México dió el primer zarpazo tras una primera media hora donde francamente, dominó Uruguay. Un centro que peinó Carlos Fierro y que le cayó al capitán Briseño, quien zapateó el balón entre el poste y el último hombre charruá parado en la última línea.
La reacción uruguaya fue tímida, ya que el gol le dió un aliciente a los locales y comenzaron a tomar el balón nuevamente en el mediocampo, metiendo a los uruguayos cada vez más en su propio terreno, bajo el agobio del clima, la presión, la gente y la situación futbolística del encuentro.
Ya para la segunda mitad, México estuvo en peligro de perder la ventaja con un par de grandes jugadas tejidas por los sudamericanos, que pudieron concluir Guillermo Méndez y Elbio Álvarez, apenas fallando los disparos preciados que le podían dar el empate transitorio a los dirigidos por Coito.
Carlos Fierro, junto a Marco Bueno adelante, comenzaron nuevamente a morder de media cancha hacia adelante para poner en aprietos a Jonathan Cubero, jugador que a la postre fue elegido el mejor arquero del certamen.
El regalo a la persistencia llegó a nada del final, cuando Giovani Casillas arrancó con gran velocidad y el balón a sus pies por la pradera izquierda, con solamente el arquero Cubero impidiendo un marco abierto. Casillas cruzó su balón raso a segundo poste y puso el último clavo en el ataúd uruguayo. Gol, júbilo y bicampeonato.
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