martes, 5 de julio de 2011

INTERNACIONALES: DESPUÉS NO DIGAN QUE NO SE AVISÓ...

VISIONES

Señales de alerta en Lachinoamérica

Yuri Doudchitzky, un asiduo colaborador del portal especializado Zaichina, nos introduce a la fórmula matemática mediante la cual se puede calcular el crecimiento de los países latinoamericanos (principalmente los sudamericanos) en función del crecimiento de China.
por Yuri Doudchitzky
Zaichina - 5/07/2011
CIUDAD DE BEIJING (Zaichina). Según el expresidente chileno Ricardo Lagos, si China crece un 10%, Latinoamérica crece por lo menos un 4%. Es decir, ya podemos hablar de una fórmula matemática en la que el crecimiento de los países latinoamericanos (principalmente los sudamericanos) es igual o mayor al crecimiento de China dividido entre 2,5.

Esta relación causal entre el crecimiento chino y el latinoamericano la mencionó esta semana Ricardo Lagos en el seminario "Chile China: 40 años ¿Qué trae el futuro?", organizado por la Universidad Andrés Bello y que contó como principal invitado con Zhou Zhongshu, presidente de la multinacional china Minmetals (socia de la chilena Codelco en la mina de cobre más grande del mundo). En esta ocasión -una vez más- Lagos se deshizo en elogios sobre la relación entre Chile y China. Fue durante su gestión que se promovió el primer Tratado de Libre Comercio (TLC) de un país latinoamericano con China y la asociación entre la estatal Codelco y Minmetals.

Sobre el futuro de la relación entre China y Latinoamérica se han manifestado en los últimos meses investigadores y especialistas de diferentes países de la región. Todos coinciden en que Latinoamérica está repitiendo con China el tipo de relación colonial que mantuvo con Inglaterra y USA y que los países de la región deben trabajar en conjunto para buscar alternativas a ser un proveedor de materias primas que no genera mano de obra.

El reputado analista económico y profesor de la Universidad de Chile, Hernán Frigolett, sostuvo en estos días que el ferviente entusiasmo por China que existe en la región “es un espejismo”. En entrevista concedida a Notimex, Frigolett argumentó que el crecimiento chino (que como señala Lagos determina el crecimiento latinoamericano) “no va a ser eterno” (ver nota relacionada).

Si bien las exportaciones latinoamericanas a China en los últimos 5 años aumentaron a un promedio anual del 33,5%, la gran mayoría de lo exportado (alrededor del 90%) son materias primas, mientras que las importaciones desde China (que han crecido a un ritmo anual de 22,7%) son productos de alta tecnología. De hecho, exceptuando Brasil y Chile, los demás países de la región tienen actualmente déficit comercial con China. En 2010, el déficit total fue de US$ 39.000 millones (en gran parte debido a México, cuyo déficit con China rondó los US$ 30.000 ).

Según Frigolett, "China está pagando precios muy altos por los productos primarios de Latinoamérica porque los requiere para su desarrollo, pero estos precios los recupera China con creces con las importaciones que hacemos de productos manufacturados".

Esta semana se escuchó la primera voz de alerta proveniente de un organismo estatal. Fue en la reunión de Ministros de Industria y Comercio del Mercosur realizada en Paraguay. La ministra argentina Déborah Giorgi pidió a sus colegas de Brasil, Paraguay y Uruguay analizar mecanismos para limitar el ingreso de productos provenientes de China (¿se acordará de la promesa del Ministro de Comercio chino Chen Deming de retomar los pedidos de aceite de soja tras las trabas a las importaciones que le impuso Guillermo Moreno?). No habrá que esperar grandes avances en este sentido, teniendo en cuenta el peso de Brasil en este bloque regional y la relación que viene gestando desde hace pocos años con China.

Además, iría a contracorriente de la idea del canciller uruguayo (Uruguay asumió esta semana la presidencia temporal del Mercosur) de gestionar un acuerdo de libre comercio con China.

Por otra parte, en lo que fue la noticia más destacada de esta semana en "Lachinoamérica", el jueves (30/06) Ecuador recibió un crédito de US$ 2.000 millones por parte del Banco de Desarrollo de China.

De esta manera, la administración de Rafael Correa acumula deudas con China por valor de US$ 6.700 millones. Como en casos anteriores –y como ocurre también con préstamos otorgados a Brasil y Venezuela- este crédito implica la provisión diaria de petróleo. Correa, quien el año pasado suspendió (sólo de forma temporal) las negociaciones para la construcción de la hidroeléctrica de Cola Codo alegando que Ecuador no olvidaría la grosería y el maltrato de los funcionarios chinos, es un economista graduado en Harvard, que coqueteó con el Socialismo Siglo XXI de Chávez y ahora parece sentirse más cómodo con el comunismo neoliberal de Beijing.

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