JUSTICIA

La Plata: Fabián Sampietro inició una huelga seca ante la inacción judicial

Detenido en el Servicio Penitenciario Bonaerense hace 23 años, Fabián Sampietro todavía debe esperar la confirmación de su condena, la cual fue apelada en 2009 en la Cámara de Casación penal y aun no tiene tribunal asignado para resolver. A raíz de su incierta situación procesal, Sampietro inició el viernes 8 de julio una “huelga seca”, cosiéndose la boca para no ingerir alimentos ni líquidos mientras no se aceleren los trámites de designación de tribunal. Audio-Entrevista a Roberto Cipriano, del Comité contra la Tortura.

A raíz de su incierta situación procesal, Fabián Sampietro inició el jueves 7 de julio una huelga seca, cosiéndose la boca para no ingerir alimentos ni líquidos mientras no se aceleren los trámites de designación de tribunal.

Ante la gravedad de la medida autoimpuesta y dilatación de los términos procesales, el Comité Contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria, junto a otras organizaciones de derechos humanos, presentó un habeas corpus a nombre de Sampietro.

Fabián pasó dentro del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) más de veinte años, desde allí empezó a militar por los derechos de los presos como parte de la Asociación La Cantora. Durante sus años de detención, fue víctima de reiterados actos de torturas. Uno de esos casos fue elevado a juicio con la figura de apremios ilegales y severidades y, en noviembre del año pasado, la justicia platense lo recaratuló como torturas. En esa causa son juzgados tres oficiales del Servicio Penitenciario Bonaerense: Raúl Alberto Rojas, Martín Ernesto Marcos y Diego Démola, quienes lo torturaron en el 2006 cuando se encontraba detenido en la Unidad 45 de Melchor Romero. La posibilidad de que esta denuncia sea reconocida como delito de lesa humanidad permitiría demostrar la sistematicidad de torturas en el SPB.

En comunicación con RAP, Roberto Cipriano, coordinador del Comité contra la Tortura, señaló que “es difícil saber cómo se resolverá esta causa porque con el poco compromiso de los jueces con los derechos humanos y el poco interés que tienen por la vida de una persona detenida, uno no puede imaginar cómo terminarán resolviendo”.

Por ANRed - L (redaccion@anred.org)