lunes, 22 de agosto de 2011

REFLEXIONES

EL NIÑO INTERIOR


Cada uno de nosotros guarda, celosamente, su niño interior.

Muchas veces cantando cuando nadie nos oye, bailando una mùsica especial pero solos, soñando con una noche especial o un sabor que nos completa la sonrisa.
Un niño que le gusta jugar, que no teme a la oscuridad porque ya es grande y sabe que puede con ella y con mucho màs. Es un niño guardado, que pocos
conocen y todos respetan como adulto, pero que se pierde en ensoñaciones para completar cada circunstancia, en algo memorable colmado de ternuras.


Un niño que saborea la torta de chocolate de algùn cumple, aunque ahora se
cuide de no comerla, pero que sus evocaciones le traen aùn muchas dulzuras,
como las golosinas que llevaba a la escuela y lo acompañaban en el recreo.

A veces sentimos que para ser grandes no se puede mostrar este niño, sin embargo es quien conserva el sello de la sonrisa espontànea y del beso inmediato.

Por tantas cosas que nos sigue dando, aunque sea el silencio, porque no nos
atrevemos a mostrarlo, demosle la bienvenida a la madurez, para que nos siga
enseñando desde ese rincòn donde le cuidamos la inocencia.

Con un abrazo, por ese niño y por todos nuestros niños còmplices de cada acierto y de cada picardìa, felices todos los dìas en su piel !!!

IREL

Foto: conectateatusemociones.com

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