Fricción. El Negro Figueroa lucha para quedarse con la pelota ante Barrientos.
Si a Newell’s antes del partido le decían que se iría del Coloso con un sólo punto en el bolsillo la ecuación era muy amarrete. Porque necesitaba cantar victoria ante San Lorenzo para reposicionarse en la tabla y no quedar relegado.
Pero cuando Mauro Vigliano pitó el final la igualdad no les sentó tan mal a los rojinegros, ya que el Ciclón dispuso de varias opciones clarísimas en el complemento para retirarse vencedor, pero la poca puntería de Martín Cauteruccio y los reflejos de Oscar Ustari sostuvieron el 1 a 1 de los 45 minutos iniciales. Newell’s jugó de mayor a menor y a medida que avanzó el partido fue perdiendo consistencia en el juego y energía física para sostener la presión en campo contrario.
San Lorenzo, que arrancó cauteloso, fue por todo en la segunda etapa y estuvo cerca de llevarse el pozo mayor del Coloso. Por eso anoche Newell’s sumó un punto.
El primer tiempo arrancó con gran intensidad en el juego y mucho vértigo a la hora de atacar el arco adversario. Apareció en toda su dimensión Ezequiel Ponce, que se puso de frente al arco y sacó un misil a la ratonera que hizo explotar el Coloso. Golazo del pibe de oro que tiene destino en la Roma de Italia.
Pero ni dos minutos pudo aguantar el rojinegro la diferencia. La ventaja se le esfumó de inmediato. Héctor Villalba le devolvió la pared a Cauteruccio, que con poco ángulo venció la resistencia de Ustari. Newell’s acusó el impacto, le dolió demasiado verse obligado a empezar a remar otra vez desde la orilla.
Tal es así que Blanco tuvo el segundo entrando en soledad y su cabezazo fue a las manos de Ustari. La respuesta de Newell’s, que de a poco recobró el protagonismo, fue una doble pared entre Casco y Maxi, que la Fiera terminó con un tiro mordido que se le fue ancho cuando estaba a pocos metros del arquero Torrico.
En el final de la etapa quedó la barrida de Yepes a Maxi que todo el estadio reclamó penal y Vigliano hizo la vista gorda cuando pareció haber un roce abajo dentro del área.
Al descanso. En el inicio del complemento Cauteruccio dilapidó dos chances netas dentro del área. Newell’s arrimó peligro con un remate de Maxi, tras una jugada entre Figueroa y Ponce.
Y otra vez Cauteruccio falló tres opciones inmejorables. Una tras forcejear con Casco y Coty Fernández, que el 9 azulgrana no le acertó al arco. La otra entrando por la izquierda, que pateó a las nubes. Y la restante cabeceó a las manos de Ustari.
Bauza se agarraba la cabeza. Mateo vio la roja y Newell’s, con diez, cerró el partido a puro coraje con un cabezazo débil de Víctor López y una arremetida de Castro que no llegó a conectar en la boca de arco.
En el balance general el empate no le sentó de todo mal al equipo de Gallego porque si bien el objetivo era ganar y dispuso de chances para hacerlo, también estuvo muy cerca de perderlo porque el Ciclón armó opciones clarísimas para llevarse todo. Por eso Newell’s miró el punto con cariño. www.lacapital.com.a
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