AGENCIA /LATINOAMÉRICA
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, se dijo este domingo "impactado" con el hallazgo de explosivos, una cárcel clandestina y otras pruebas de la existencia de lo que llamó “paramilitarismo puro" en una faja de la frontera con Colombia cerrada por orden del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
"Esto nos ha impactado" y "es una realidad que habla por sí sola y que demuestra cómo el capitalismo paramilitar de la ultraderecha colombiana ha tratado de hacerse del territorio venezolano", subrayó Arreaza desde San Antonio, localidad del estado Táchira (oeste).
La segunda autoridad del gobierno bolivariano país llegó este domingo a Táchira en compañía de los titulares de las vicepresidencias Social, Política y Soberanía, Seguridad Alimentaria, Planificación y Economía y Finanzas para evaluar la ejecución del estado de excepción durante 60 días prorrogables, decretado este viernes por Maduro.
El jefe del Estado también ese día amplió por tiempo indefinido el cierre de la frontera que decretó el miércoles por 72 horas en ese estado, el más pequeño de los cuatro con territorios limítrofes con Colombia, que inicialmente debió reabrirse el domingo.
En una transmisión de la televisión estatal desde la localidad La Invasión, una explanada de unas 2.000 viviendas levantadas a 300 metros de la frontera y donde más de 2.500 soldados y policías seguían con los allanamientos iniciados la víspera, Arreaza mostró la cárcel subterránea, supuestamente para esconder a secuestrados.
También mostró explosivos con sus detonantes, dinero venezolano en efectivo, armas, precursores químicos y vestimentas de grupos paramilitares colombianos, entre ellas unas con insignias donde se lee 'Los Alacranes Rojos' y 'Contraguerrilla'.
"Todos sabemos cuál es la realidad de la República de Colombia que tanto queremos", país afectado por una “perversión social donde el narcotráfico y otros intereses gobernaban la economía y así han querido hacerlo (también) en Venezuela", sostuvo Arreaza.
CANCILLERÍA
En medio de la crisis, la Cancillería de Colombia emitió un comunicado en el que solicita que “en el estado de excepción anunciado se respete la integridad y los derechos humanos de los ciudadanos colombianos que sean objeto de detenciones, deportaciones y demás acciones de las autoridades venezolanas, de conformidad a las normas internacionales vigentes”.
“Exigimos que antes de aplicar las medias de deportación se analice en cada caso la situación familiar para garantizar la unión de padres e hijos. Solicitamos también que las autoridades consulares colombianas continúen asistiendo a cada uno de los connacionales afectados por dichas medidas”, solicitó en el comunicado emitido ayer.
La Cancillería reiteró el mensaje de cooperación del Gobierno para profundizar en la estrategia de lucha contra el contrabando en la zona, y reafirmó el rechazo al cierre de la frontera.
“Debemos buscar mecanismos conjuntos para solucionar la problemática que se vive en la frontera, pero minimizando el daño que esta medida produce a los hombres, mujeres y niños de los dos países que viven, trabajan y estudian en la zona”, declaró.
Mientras tanto, para atender la situación, en el comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta las autoridades nacionales y locales pusieron en marcha ayer un Centro de Mando Unificado.
Allí están concentrados funcionarios de la Gobernación de Norte de Santander, el Bienestar Familiar, el Departamento para la Prosperidad Social, la Defensoría del Pueblo, la Unidad de Víctimas, la Cancillería, el Ministerio del Interior, la Registraduría y la Unidad para la Gestión del Riesgo, para poner en marcha las acciones que se requieran para atender a las personas deportadas.
La mayoría de los nacionales que arribaron el sábado y domingo pasaron la noche en el Centro de Migraciones, el Centro de Víctimas de Cúcuta y los coliseos de dos colegios.
Así mismo, las autoridades informaron que esperan desde Venezuela a los tres primeros niños de 37 que se quedaron en el país vecino, luego de que sus papás fueran deportados.
Un reporte de la Agencia Efe que cita al gobernador de Táchira, José Vielma Mora, indicó que el número de deportados ascendía este domingo a 791. Aunque también se cuentan por decenas en Cúcuta a quienes decidieron volver voluntariamente por temor a la actitud agresiva de las autoridades venezolanas.
El centro de Migraciones de Cúcuta se ha convertido en el principal refugio de los colombianos deportados por Venezuela. Cerca de 200 de ellos llegaron apenas con la ropa que tenían puesta cuando fueron sacados de sus casas.
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