AGENCIA / ECONOMÍA
La crisis económica y política que golpea a Brasil comenzó a afectar la producción de la planta de General Motors de la localidad santafesina de Alvear, que ya determinó la suspensión de sus trabajadores por dos días en lo que queda de agosto y cuatro en el mes de septiembre.
En SMATA Rosario prendieron las alarmas y temen que la recesión del vecino país se profundice: “El mercado interno está funcionando bien, pero se lleva el 30 por ciento de la producción”, aseguró Antonio Milici, secretario general del gremio al sitio 'La Política Online'.
La suspensión responde a la profunda crisis institucional y económica que atraviesa el gobierno de Dilma Rousseff que obligó al país carioca a reducir casi al 50% el pedido de compra del semestre.
“De 40 mil unidades se redujo a 23 mil por la dura situación que está viviendo Brasil y que ha pegado de lleno en la empresa. Hay que tener en cuenta que del total de la producción se exporta el 75%”, afirmó Milici.
El régimen de suspensiones consistirá en dos días en lo que queda del mes de agosto y cuatro durante septiembre.
Sin embargo, las noticias que llegan de Brasil no son alentadoras y en SMATA no descartan que se profundice la crisis.
“Tiene que levantar Brasil, pero por lo que se ve está cada vez peor”, sostuvo Milici.
Hace ya un año y medio que la planta no hace horas extras, y ahora se suma la recesión de Brasil, que hace temer que las órdenes de pedido se achiquen aún más.
Según 'Página/12', Milici indicó que "la patronal se comprometió al pago del ciento por ciento del sueldo de bolsillo a los 2.350 operarios. Luego se va a tratar la situación para los meses de octubre, noviembre y diciembre".
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