CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Daniel Scioli no ha tenido paz desde que ganó las PASO del 9 de agosto.
Pasaron tres semanas y no ha podido festejar su victoria por una seguidilla de errores propios y hechos ajenos que no supo manejar y que al final le hicieron perder iniciativa.
Quedó encerrado ahora en su discurso endurecido para agradar a Cristina Fernández sin medir las consecuencias en el tan mencionado electorado independiente que se cree debe darle la victoria en primera vuelta.
Un repaso por los traspiés que ha sufrido el gobernador bonaerense revela la complejidad del asunto, que termina esta semana con una oposición unida por primera vez e instalando la sospecha de un sistema electoral, que le dio la victoria a Scioli en las primarias, viciado de sospechas:
-La noche en la victoria en las PASO fue larga con un cómputo que se alargó más de lo previsto: 1ra mala señal para Scioli.
-La misma noche de su victoria electoral, el ex motonauta tuvo la primera mala noticia: Julián Domínguez, su candidato a la gobernación bonaerense y por ende el hombre elegido como su sucesor y quien lo acompañaría en caso de acceder a la Presidencia, había sido derrotado por Aníbal Fernández, hombre de Cristina de altísima imagen negativa y nula llegada al electorado independiente.
-Además de la derrota de Domínguez, Scioli comprendió que tendría que cargar con Aníbal y el arrastre de sus problemas de mala imagen pública y denuncias por el caso del Triple Crimen de la efedrina que tendrían coletazos hasta el comicio final.
-Tras las elecciones, se agravaron las inundaciones en la provincia de Buenos Aires. Scioli no vio o no quiso ver las advertencias de las meteorólogos.
-En el medio del temporal que elevaba el agua en varias localidades bonaerenses, Scioli viajó a Italia. Empezaron entonces las críticas por su ausencia en plena emergencia.
-Mientras estaba en Italia, Scioli tuvo que ver como Mauricio Macri y Aníbal Fernández ocupaban la escena. El primero ofreciendo ayuda desde una Ciudad que a diferencia de años anteriores, no se inundó y el segundo defendiendo la gestión K y luego chicaneando al gobernador con el regalo de los “alfajores” por su viaje.
-El regreso de Scioli tampoco fue claro. Se dijo que había viajado por problemas de salud para hacerse atender por dolores en su brazo, pero también tenía agenda informal de reuniones. De cualquier modo no se pudo explicar por qué viajó si el problema de las inundaciones ya se había desatado y todos los pronósticos indicaban que empeoraría.
-A su regreso, Scioli tuvo que recibir reproches por Cadena Nacional, de parte de Cristina Fernández. Le reclamó otro tono para su campaña, le recriminó su vieja amistad con Macri y le recordó que la supuesta campaña en su contra era contra el Frente para la Victoria, una forma de recordarle que el candidato era el Proyecto y no él.
-Entonces Scioli puso la mira en las elecciones de Tucumán, como una forma de recuperar iniciativa política y mostrarse en tren de triunfo después de las PASO. Allí todos los encuestadores le otorgaban al kirchnerista Juan Manzur una ventaja sobre el radical opositor José Cano de entre 10 y 15 puntos. La jornada electoral fue caótica; quema de urnas, escenas de clientelismo, violencia. Scioli prefirió ignorar todo eso y festejar con los ganadores. Se cruzó con Macri y le exigió reconocer la derrota del frente tucumano mientras el escándalo crecía.
-La actitud de Scioli quedó a contramano de lo que pasó después. El lunes pasado hubo una masiva marcha contra los hechos de violencia ocurrida en los comicios. Esa manifestación pacífica terminó siendo barrida por la represión policial ordenada por el gobernador José Alperovich. Scioli no logró ser enfático en condenar ese accionar e insistió con la idea de que la oposición reconozca la derrota en las elecciones.
-Como consecuencia de los bochornosos comicios tucumanos y la represión policial del día siguiente, hubo otra marcha en Tucumán donde pudieron leerse mensajes contra Scioli. Esa provincia representa el 8vo distrito electoral del país.
-Los efectos del ‘Tucumanazo’ siguieron y lograron juntar por primera vez a todos los candidatos presidenciales opositores en una misma foto, pero especialmente hizo coincidir a Mauricio Macri y a Sergio Massa. La oposición retomó la agenda política e instauró la discusión sobre la transparencia en las elecciones. Scioli quedó afuera de ese reclamo de índole institucional, una de las condiciones que se espera de él en caso de acceder a la primera magistratura de la Nación.
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