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El principal tenista argentino afrontará un examen complejo en su debut en Flushing Meadows, ante uno de los mejores de la historia
Por José Luis Domínguez | canchallena.com
No todos los días se tiene la posibilidad de medir fuerzas con una leyenda viva como Roger, como también es cierto que no es acaso lo ideal tener que enfrentarse con el máximo ganador de Grand Slams (17 títulos) justo en el debut de uno de los torneos más importantes del circuito.
Pero eso fue lo que deparó el sorteo del cuadro principal del US Open para Leonardo Mayer. El correntino estuvo a un puesto de ubicarse dentro de los 32 preclasificados del último Grand Slam de la temporada, pero quedó al margen de esa nómina, y el azar lo puso de frente al suizo.
La cita será en el tercer partido de la sesión vespertina de hoy, en el estadio Arthur Ashe. Increíblemente o no, Federer y Mayer se entrenaron juntos poco antes del sorteo. El correntino intuía un debut complejo, pero imaginaba otro rival.
"Es la primera vez que me toca algo así en un Grand Slam. Estaba convencido de que me iba a cruzar con uno de los mejores. Después de quedar un lugar afuera de los preclasificados, a mi equipo le decía que me iba a tocar Djokovic. 'Van a ver, van a ver', les decía.
No fue Djokovic, pero fue Federer. Es la clásica: te toca uno duro. Al principio me lo tomé medio, dije 'Pu, que mala suerte'. Pero después me tranquilicé. Espero que sea una buena experiencia. Voy a jugar contra mi ídolo, lo quiero disfrutar", le dijo el Yacaré a canchallena.
¿Cómo jugarle a Federer? "Tengo que tratar de no equivocarme y de mandar yo, jugar bastante fuerte para que él no pueda manejar los puntos, y después ver con qué sale él, porque tiene muchas variantes de juego", consideró el correntino.
Del otro lado, Federer no pareció sentirse muy satisfecho con el rival que le tocó. "No sabía que (Mayer) no partía como cabeza de serie. Es un impacto para mí ver que voy a jugar contra él, porque en otros Grand Slams ha sido cabeza de serie. Es un duro comienzo", comentó el suizo.
El ex número 1 del mundo recordó también que, el año pasado, salvó cinco match-points frente a Mayer en la segunda rueda del Masters 1000 de Shanghai. "Ese partido ha sido uno de los más afortunados que he disputado en mi carrera. En Shanghai, y el otro día que entrené con él, pude comprobar la fuerza con la que tira desde ambos lados, y con el saque. Eso lo hace muy duro desde la línea de fondo. Será un partido muy físico, con muchos intercambios. Es un desafío. Espero jugar con confianza y usar mi experiencia contra un jugador como él", agregó Federer en la habitual rueda de prensa previa al comienzo del campeonato.
"Siempre hay un poco de nervios en la primera ronda. No sabes cómo se va a desarrollar todo y cómo estará tu rival. Uno siempre quiere que todo salga bien enseguida, pero si eso no sucede, no hay necesidad de agobiarse. Es un partido al mejor de cinco sets. Si empiezas bien hay que mantenerse", amplió el segundo favorito del torneo.
Se verá si, contra Mayer, puede aplicar el juego ultraofensivo que mostró en Cincinnati, donde buscó presionar muchas veces sobre el segundo saque de sus rivales con devoluciones de sobrepique, tomadas muy adentro de la cancha, cerca de la línea de servicio.
El suizo ha ganado cinco veces consecutivas en la Big Apple, entre 2004 y 2008, pero luego de caer en la final de 2009 contra Juan Martín del Potro, no protagonizó ninguna definición más en este certamen.
"Mi concentración no está en ganar el torneo. Eso está lejos de mi cabeza. No he estado en la final desde hace tiempo. Estuve cerca, pero cerca no es suficiente", reconoció el suizo, que disputa su 64° Grand Slam consecutivo -no falta desde Australia 2000-, una cifra que lo ha dejado como récordman absoluto en cuanto a presencias seguidas en las grandes citas. jld/av
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