CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Nadie cree ni toma en cuenta el Presupuesto 2016 que presentó Axel Kicillof en el Congreso de la Nación la semana pasada.
Se trata de las metas de un gobierno que ha ‘dibujado’ las cifras de los presupuestos y que este año tiene menos preocupaciones por el rigor de sus estimaciones ya que no estará al frente del Estado para ejecutar esa planificación.
Entonces, quien asuma en diciembre de 2015 ya analiza cómo afrontar la herencia que deja para resolver Cristina Fernández en varios frentes económicos que por ahora apenas se sostienen. Uno de ellos -y el central- es la inflación.
Recién a fin de año e inicios de 2016 la inflación comenzará a reflejar las consecuencias de la política monetaria de Alejandro Vanoli.
Los efectos suelen tardar en verse, comenzaron en setiembre de 2014 con una expansión monetaria del 19% y en agosto pasado era del 31%.
Mientras tanto, la inflación se moderó de los niveles que alcanzó en 2014, producto de la recesión especialmente en sectores clave.
Pero de activarse la tendencia alcista, como se descuenta que ocurrirá, el próximo presidente tendría que lidiar con una inflación del 28% y en alza.
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