LUIS SUÁREZ AUTOR DE 2 GOLES - FOTO EFE |
River cayó 3-0 con Barcelona en la final del Mundial de Clubes que se disputó en Yokohama gracias a los goles de Lionel Messi en el primer tiempo y los dos de Luis Suarez, en el complemento.
El equipo que dirige Marcelo Gallardo, que en la previa se inclinó por el uruguayo Tabaré Viudez por el sector izquierdo para tener un ataque más rápido y vertical, contuvo en buena parte del partido al elenco catalán a base de presión en algunos sectores de la cancha, mucho roce y orden de mitad de cancha para atrás, donde, si era necesario, los once jugadores se agrupaban en un espacio reducido y le quitaba chances a su rival de poder hilvanar sus tradicionales jugadas a un toque.
Así, River llevó el partido a la mitad de cancha y controlar el juego de Barcelona, que sólo tuvo una chance clara en la primera media hora de juego, gracias a una brillante asistencia de Andrés Iniesta a Messi, que definió rápido dentro del área y obligó a una atajada magistral de Marcelo Barovero.
Luego, el partido fue con posesión de los catalanes e intentos de los argentinos de lastimar a Claudio Bravo, pero sólo con remates desde afuera del área.
Primero con Rodrigo Mora y luego con Lucas Alario, ambos bien contenidos por el arquero chileno.
Barcelona tenía chispazos de su fútbol y hacía pesar sus individualidades, por eso, llegó con cierto peligro luego que Neymar controlara una pelota por el sector izquierdo, cambiara de punta para el ingreso de Dani Alves que, dentro del área y sólo frente a Barovero remató muy débil para que el cordobés agarrara la pelota sin problema.
La última llegada de peligro antes del gol de Messi fue un tiro libre del mismo rosarino que el exarquero de Vélez, Huracán y Atlético de Rafaela desvió al córner.
A los 35 minutos llegó la apertura del marcador con una polémica acción. Neymar le bajó un centro a Messi al medio del área. El rosarino la dejó picar y puso el brazo derecho para frenar una pelota que se le alejaba mucho del pie zurdo, que fue el que terminó inclinando el marcador con un toque suave que hizo estéril el esfuerzo de Barovero.
En el complemento, Gallardo apostó por un River más protagonista, por eso mandó a la cancha a Luis González y Matías Martínez en lugar de Mora y Leonardo Ponzio, que estaba amonestados.
Pretendió ganar la mitad de cancha con más posesión y a partir de ahí lastimar con Alario como referente y "Pity", junto a Viudez y González como armadores de juego.
Nada de eso ocurrió porque rápidamente, Sergio Busquets se encargó de dejar mano a mano a Suárez y el uruguayo no perdonó. En una salida rápida de Barcelona, el "todocampista" catalán vio el hueco en la defensa y el uruguayo picó al vacío, por detrás de la espalda de Jonatan Maidana.
La definición no fue del todo precisa, pero sirvió para superar la barrera de Barovero y liquidar el pleito.
River sintió el impacto de ese tempranero gol, quedó descompensado en la mitad de cancha ya que nunca logró hacerse de la pelota en ese sector de la cancha y Barcelona empezó a dominar a voluntad.
Fueron diez minutos de máximo desconcierto donde Barovero evitó que los dirigidos por Luis Enrique ampliaran el marcador. Primero tapándole un remate a Messi, luego fue el mismo rosarino quien venció al arquero pero Maidana rechazó en la línea y dos minutos más tarde, Barovero volvió a lucirse tras un remate cruzado del capitán de la selección argentina.
Más tarde, también Suárez tuvo la oportunidad de marcar su segundo tanto, pero Barovero volvió a evitar la caída de su valla.
Luego de esos diez minutos, pasó el sofocón para River, pero no se tranquilizó el partido, ya que Barcelona siempre tuvo el control. Los de Núñez intentaban ir, pero fallaban en la elaboración, el principal objetivo que buscó Gallardo con los cambios.
El último relevo fue el de Sebastián Driussi por Viudez, para tener más peso en el área. De esta manera, con River intentando tener la pelota y no lográndolo, fueron los catalanes los que manejaron los tiempos y, para colmo de males, Neymar empezó a ser más punzante y peligroso con sus gambetas.
Suárez siempre letal, Iniesta inteligente para llevar la pelota donde le conviene a su equipo y Messi, el jugador más determinante del mundo.
De esta manera, Barcelona logró el tercero luego de un preciso centro de Neymar a la cabeza de Suárez, que no perdonó.
Por el lado de River sólo para rescatar alguna aproximación de Alario, un cabezazo de Driussi que hizo estirarse a Bravo y un remate de Martínez que el arquero chileno alcanzó a rozar antes que pegara en el palo.
Así se fue el partido más importante de River en el año. Intentó ser protagonista hasta donde pudo el físico, el rival y el resultado.
Luego trató de enderezar el rumbo, siempre pensando en el arco de enfrente, pero cayó ante el enorme poderío de un equipo que ganó casi todo lo que jugó (sólo le faltó la Supercopa de España) desde la llegada de Luis Enrique y que, sin lugar a dudas, ya está instalado entre los mejores de la historia. (ámbito.com)
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