lunes, 28 de marzo de 2016

A LA CAME LE PREOCUPA EL -5% EN VENTAS, PERO LA POCA AUTOCRÍTICA ES VERGONZOSA

ECONOMÍA /BALANCE DE SEMANA SANTA 



Las PyME vuelven a mostrar una gran preocupación por la actividad económica y el poder adquisitivo de sus clientes, ya que se les hace muy difícil poder hacer frente a la crisis. 


Lo que se vivió con gran expectativas por la cantidad de gente que volcaron las rutas en los diferentes puntos turísticos durante el pasado fin de semana largo de Semana Santa, terminó siendo un gran fiasco.

Sucede que, según el balance de la propia Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entre el miércoles 23/03 y el domingo 27/03, los turistas que se dirigieron a las principales 40 ciudades turísticas del país generaron "ingresos directos por $4.045 millones en las economías regionales", cifra superior a los $3.744 millones que se obtuvieron en la Semana Santa de 2015.

Pero las ventas de bienes y servicios ligadas al turismo cayeron 4,8% si lo comparamos con el mismo período del año anterior.

Rápidamente, dedujeron que "más turistas viajaron pero, en cantidades, la gente compró menos" debido al "menor poder adquisitivo de la gente".

El informe puntualizó que los visitantes permanecieron en promedio 3,3 días (en 2015 la permanencia fue de 3,8 días) y sostuvieron un gasto diario per cápita de $540, un 18,7% por encima del 2015, cuando se gastaron diariamente $455.

En esta línea, el documento remarca que "en general el comercio minorista arrancó el año en baja, y el fin de semana se mantuvo esa misma tendencia", y agrega que "uno de los rubros que más lo sintió, fue gastronomía y locales de artesanías o regalos".

La entidad destacó que "el turista cuidó sus consumos, y cuando fue necesario, resignó calidad para aprovechar las ofertas de alojamiento, gastronomía y servicios recreativos que ofrecieron muchos empresarios para captar público".

Esta realidad se suma a la que ya se vivió durante el pasado verano 2015-2016, momento en el que se realizó la unificación y devaluación del sector cambiario por parte del gobierno macrista.

Pero ese presente también marcó que muy poco ayudaron los restaurantes y hoteles para poder salir adelante.

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