lunes, 21 de marzo de 2016

EMPLEADOS DE DÍA, NARCOS DE NOCHE: CUANDO EL DELITO COMPLEMENTA EL SUELDO

SOCIEDAD / POLICIALES 



El caso del chofer judicial que hacía de “punta” para ingresar estupefacientes a la provincia no es el único en el que un empleado con estabilidad laboral se aventura a incursionar en el transporte de estupefacientes para ganar más dinero. De hecho, en los últimos meses al menos cuatro casos similares fueron detectados en esta ciudad. 


 Muchas veces se relaciona el ingreso a la actividad del tráfico de drogas como una forma de “salir a flote” en situaciones de pobreza, desempleo, o cuando hay gusto por la vida criminal. En barrios humildes, ubicados en zonas periféricas, prosperan las narcofamilias, donde todos los integrantes que comparten domicilio –incluidos los niños- se reparten las tareas para llevar adelante el negocio del narcomenudeo, como si se tratara de la vieja costumbre de salir a vender empanadas a los vecinos cuando las cuentas comienzan a apretar el cuello.

 Sin embargo, el personal de la Dirección de Drogas Peligrosas realizó varios allanamientos en los que los detenidos vinculados al narcotráfico tenían un empleo de aceptable remuneración y la media jornada que les quedaba libre la ocupaban a la actividad ilícita.

Desde finales de diciembre hasta la fecha, es decir en poco más de tres meses, fueron detenidos dos empleados de Vialidad Provincial, uno del Servicio Nacional de Chagas y el chofer de la Policía Judicial.

 Los pesquisas aseguran que lo hacen por codicia y advierten que por esa misma ambición, no tienen mayores reparos a la hora de venderles a menores de edad.

 LOS CASOS

El 30 de diciembre, un hombre de apellido Vargas fue reducido por la policía luego de salir del edificio de Vialidad Provincial y dirigirse a su auto. Los uniformados ya venían desde hacía tiempo tras sus pasos y en la pesquisa del rodado secuestraron casi 400 gramos de cocaína “cristal”, es decir, de alto grado de pureza.

Guzmán, de acuerdo a la investigación, utilizaba su Gol Trend blanco como “oficina móvil”, ya que llevaba allí todos los elementos alusivos al corte y fraccionamiento de sustancia, siete teléfonos celulares e incluso su ganancia monetaria.

 Pocos días después, el 6 de enero, frente a la plazoleta de barrio Tabacalero otro empleado vial fue interceptado con 783 gramos de marihuana dividida en diferentes bloques y también porros. El sujeto, de apellido Guzmán, estaba encargado de una obra –es decir que ya tenía dos trabajos y se las arreglaba para dedicarse al narcomenudeo- y utilizaba el lugar para realizar los pasamanos protegidos de las miradas curiosas.

 Por otra parte, el pasado 9 de marzo, el personal de Drogas Peligrosas aguardó a que el empleado del Servicio de Chagas cumpliera sus obligaciones matinales y se dirigiera a su automóvil, un Peugeot 208 blanco.

Paralelamente, se registraba su domicilio y el de su padre, aunque el resultado positivo fue en el vehículo, donde los investigadores hallaron 848 gramos de marihuana, una balanza de precisión y otros elementos probatorios.

Lo mencionado estaba envuelto en banderas de grandes dimensiones pertenecientes a la hinchada del Club Atlético Policial. Fuentes policiales aseguraron que este “dealer” se manejaba por la zona céntrica y hacía sus movimientos a plena luz del día.

 Sobre el empleado judicial que cayó el sábado, quien permanece detenido e incomunicado a disposición de la justicia federal, se pudo conocer que fue de los primeros ingresos que tuvo el organismo que tramita las denuncias de los ciudadanos, trabajando allí desde hace más de una década.

Fuentes judiciales señalaron a El Esquiú.com que el sujeto en cuestión estaba siendo objeto de una investigación sumaria, por la sospecha de que utilizaba vales de combustible del poder judicial para su propio vehículo.

El dato no es menor si se tiene en cuenta que usaba el auto para llevar y traer panes de marihuana. Además, la situación reviste mayor gravedad considerando que al pertenecer a la policía judicial, manejaba un mayor caudal de información sensible que podía beneficiarlo para sus negocios oscuros.

Fuentes policiales consultadas, remarcaron que formaba parte de una banda que hacía numerosos viajes y él iba adelante en su vehículo, chequeando que no haya problemas a la hora de atravesar los puestos camineros.

 DROGAS

 En tres de los procedimientos se secuestraron panes de marihuana, mientras que solamente en uno se detectó cocaína con alto grado de refinación. (http://www.elesquiu.com)

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