martes, 17 de mayo de 2016

PRÉSTAMO

REFLEXIONES PARA COMPARTIR 




Piensa en todo lo que forma parte de tu vida, seres queridos, amigos, dinero, casa, auto y todo lo material que tienes. ¿Ya lo has pensado? Pues quiero que sepas que nada de eso te pertenece. Todo, absolutamente todo lo que está en nuestro poder nos ha sido prestado y si piensas que eres el dueño de todo lo que tienes, estás muy equivocado. 


Cuando nacemos Dios nos presta la vida, una familia, un lugar en el mundo y todo lo que nos rodea. La mayoría de la gente no entiende que venimos a este mundo y que tenemos un tiempo limitado de vida pero lo cierto es que cuando somos llamados, muchas veces sin previo aviso, tenemos que irnos y por supuesto, sin llevarnos nada.

El que no tuvo la oportunidad de estudiar o de tener un trabajo digno, se conforma con lo poco que tiene y al ver que no tiene futuro, vive el día a día.

A otros en cambio, la vida les sonríe, ya sea porque han conseguido ser exitosos empresarios, porque han recibido una importante herencia, o porque han tenido éxito en el arte o alguna otra disciplina.

Si de pronto empiezas a ganar mucho dinero, y no sabes administrar y aprovechar lo que Dios te está prestando, esta situación en principio buena, se puede convertir en una verdadera tragedia.

Porque tener riquezas hace que te vuelvas avaro, que tengas muchas más tentaciones, deseos de hacer cosas que nunca antes pasaron por tu mente, o meterte en negocios sin medir las consecuencias.

Mientras el dinero dure te sentirás muy feliz, pero ¿Cuánto tiempo puede perdurar en tus manos todo lo que tienes? ¿Qué pasaría si de pronto lo perdieras todo? ¿Vale la pena hacer tanto sacrificio, que en la mayoría de los casos afectan la salud, la familia o nos cuestan la propia vida? 

Personalmente creo que el esfuerzo desmedido, correr detrás del dinero, cuando lo que tienes es suficiente, haciendo que la vida se transforme en una permanente maratón, en busca de tener más y más.

¡¡No tiene ningún sentido!! 

Quiero que entiendas que nada es tuyo, que todo lo que tienes es un préstamo que Dios te ha dado por el tiempo que estés en esta vida y cuanto antes lo asumas, más libre vivirás.

 «No está mal, que tengas dinero y riquezas materiales, lo bueno es que las disfrutes y las compartas para que sean parte de tu felicidad. No está bien que ellas te conviertan en un esclavo de tu propia vida»

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