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Este miércoles (8/6) el diario La Nación cuenta que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, en el día del Periodista, junto a un grupo de colegas y les reveló que había abierto las ofertas para convertir en autopista el tramo de la ruta 3 que une las ciudades de Rada Tilly (Chubut) con Caleta Olivia (Santa Cruz), con un presupuesto de $ 1964 millones.
El funcionario destacó que ese monto implica una rebaja del 33% respecto del valor que había cotizado su anterior ganador, Austral Construcciones, del empresario kirchnerista detenido Lázaro Báez.
El Gobierno de Macri le quitó la obra al empresario K. Según Dietrich, ese 33% es "uno de los números que estimamos que podría ser el sobreprecio que hubo en alguna que otra obra" encargada por la Dirección Nacional de Vialidad (DNV).
Al matutino, el ministro especificó que "en el caso de la obra adjudicada a Báez, el sobreprecio es del 50% [en comparación con el nuevo presupuesto]. Es el primer caso que tenemos, pero nos da la impresión de que eran comunes los sobreprecios en las obras viales. Es cierto que la inflación distorsiona mucho la información, pero estamos viendo otra obra en la que cuesta creer que se hizo todo lo que dicen que se hizo en el plazo de certificación que se presentó".
Dietrich estaba entusiasmado por creer que le había dado un golpe fuerte a la cartelización de la obra pública por la concurrencia que había logrado: fueron 13 empresas.
Pero a Mauricio Macri le empieza a surgir una disyuntiva: El sobreprecio en la obra pública no lo fijan los socios de la Cámara Argentina de la Construcción, casi todos amigos del papá de Macri, comenzando por Nicolás Caputo, sino en todo caso los sobreprecios los fijan los funcionarios públicos que contratan.
El problema para el presidente es que si van por ese camino, esto puede terminar en que tengan que liberar a Lázaro que no se entiende ya por qué motivo está detenido porque se puede seguir procesado, pero en domicilio o excarcelado.
En ese sentido, el empresario K cuando declaró -durante sólo 20 minutos- ante la Cámara Federal, dijo algo cierto: su empresa Austral Construcciones SA cotizó en las licitaciones de obras públicas al igual que “otras empresas importantes”, pero afirmó ante los jueces: “Yo no fijaba los precios”.
El otro problema para el primer mandatario es que si van por la Cámara Argentina de la Construcción sería ir a la ruptura entre los Macri y sus amigos. La disyuntiva está planteada.
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