En el prorrateo del refuerzo presupuestario privó la idea de neutralizar a la UBA mejorándoles la asignación a colegas cuyo mandamás es justicialista, a fin de evitar que se acusara al gobierno de discriminación partidaria teniendo en cuenta que Ernesto Villanueva es un reconocido militante peronista.
Ahora, los diferentes decanos afirman que se terminará aprobando todo, en tanto que el jueves 07/07 analizarán la designación de los nuevos secretarios de Planeamiento y de Extensión.
El ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, volvió de Tucumán sin tocar un centavo de los $ 500 millones que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, había autorizado que llevara a la reunión con los rectores de las universidades nacionales para reforzarles el presupuesto ante los embates de la inflación, pero también de las pesadas boletas de luz y gas que determinaron los tarifazos dispuestos por el Ministerio de Energía.
Las autoridades de las casas de altos estudios habían presentado una propuesta de distribución a través del secretario de Políticas Universitarias, el radical ex rector de la Universidad del Litoral, Albor Cantard, por la cual se prorrateaba el 80% del adicional presupuestario anunciado por Macri, y que habían consensuado los rectores, de acuerdo con el presupuesto vigente aprobado, mientras el 20% restante se asignaba en cada caso, conforme a las necesidades que se plantearan.
Antes de llegar a la reunión de Tucumán, el funcionario de la cartera educativa nacional no consiguió consensuar las posiciones internas del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Ya que, por un lado, la UBA decía que no iba a poder hacer frente a sus gastos si se siguen las directivas ministeriales, y por otra parte, "hay universidades en la Patagonia en las que el impacto tarifario se sintió más en el gas y en el combustible, en otras impacta más la electricidad; lo que vamos a pedir son los comprobantes de cuánto pagaban para ser lo más ecuánimes posibles", explicó Cantard.
La discrecionalidad para asignar los recursos a falta de consensos, malicia un sector de los rectores, siguió en consecuencia la línea directiva trazada desde el Ministerio de Modernización, que conduce Andrés Ibarra, y de la vicejefatura de Gabinete, a cargo de Mario Quintana.
Reeditan, según rememoran en el ámbito porteño, el intento de reducir la plantilla docente, tal como habían hecho en la Ciudad cuando Ibarra era el N°2 de Bullrich. Pero esta vez van un poco más allá: pretenden doblegar a un peronista como es el rector de la UBA, Ernesto Villanueva, disfrazando la medida con beneficios a otros colegas de la misma extracción política para evitar que se conformen resistencias partidarias.
Uno de los mayores golpes que recibió Villanueva es el acoso presupuestario al hospital modelo El Cruce, de Florencio Varela, dependiente de la UBA. La UBA es la universidad con la mayor concentración de estudiantes del país y recibe por ello la porción más grande de la torta presupuestaria.
Muy por debajo se encuentran las universidades de Córdoba ($2.688 millones) y La Plata ($2.655 millones) y la Universidad Tecnológica Nacional ($2.646 millones).
PRESUPUESTO SUBUTILIZADO POR FALTA DE REMESAS DEL PEN
El sindicato docentes Conadu (Federación Nacional de Docentes Universitarios) viene denunciando que la principal ofensiva que despliega el gobierno nacional para reducir la preponderancia que la administración de Cristina Kirchner había dado a las universidades es retacear el envío de fondos, lo cual deriva en una subutilización de los recursos presupuestados.
Señala que de los $ 56.000 millones presupuestados en total para las universidades este año, al 20/05 se habían ejecutado menos de $16.000 millones, el 28,9% del presupuesto anual.
“Este nivel de ejecución se encuentra por debajo del general del sector público que es del 32%”, sostiene el informe. Yendo al detalle, de los 88 programas vigentes, en 59 no hubo ninguna asignación en lo que va del año y sólo 10 tienen un crédito que podría considerarse “normal” a esta fecha, es decir, por encima del 30% de ejecución, según un informe que realizó el Instituto de Estudios y Capacitación, de Conadu.
“Durante el 1er. semestre de 2016, las partidas presupuestarias destinadas a las universidades nacionales mostraron niveles de ejecución sustantivamente por debajo de lo esperable”, explicó Gabriel Martínez, quien estuvo a cargo del informe sobre el presupuesto universitario.
El economista advirtió también que el gasto realizado se concentró casi exclusivamente en el pago de salarios. Una de las posiciones extremas en el planteo interno de distribución de esos fondos adicionales la esgrime la Universidad Nacional del Comahue, ya que tendrá un déficit presupuestario cercano a los $ 50 millones respecto del nivel de actividad y de consumo del 2015, teniendo en cuenta el impacto del aumento general de los precios, y en particular de la tarifa de los servicios públicos con la quita de subsidios.
Se trata de una de las universidades en la Patagonia, “en donde el impacto tarifario se sintió más en el gas y en el combustible, en otras impacta más la electricidad lo que vamos a pedir son los comprobantes de cuánto pagaban para ser lo más ecuánimes posibles", argumentó Cantard, quien negó que se hayan desviado $ 800 millones que estaban destinados a las universidades hacia las provincias.
"De esos 800 millones, 750 eran direccionados directamente desde la Jefatura de Gabinete en forma discrecional hacia otros rubros", apuntó Cantard, quien puso como ejemplo que el ex jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, utilizó $ 80 millones para la Asociación de Hockey que presidía.
LA UNC CON UN DÉFICIT MILLONARIO
Consultado por Va Con Firma, el vicerrector de la UNC, Daniel Nataine, dijo que “si se aprobara el criterio de distribución definido por el CIN, a nuestra universidad deberían ingresar $ 12 millones más, es decir, un monto similar al previsto en el artículo 12 de la ley de presupuesto, habitualmente denominado planilla B, que se recibe todos los años como refuerzo presupuestario, pero no hubo acuerdo en este sentido.”
"Nosotros" –agregó- "con ese ingreso podríamos proyectar reducir el actual déficit a aproximadamente, $ 8 millones antes de fin de año”. En cuanto al incremento tarifario de servicios, el vicerrector dijo a VCF que “la semana pasada llegaron las facturas de gas de las residencias universitarias y en todos los casos tienen un 1.000% de aumento y que personal de la secretaría de Bienestar se presentó en Camuzzi a fin de realizar el reclamo y le manifestaron que el incremento se debe a un aumento del consumo y no una adecuación tarifaria, por lo que estamos evaluando los pasos a seguir”.
DECISIONES HEREDADAS
Con la firma de Julieta Bertolini, la web Chequeado recordó que los montos del presupuesto asignado a las universidades públicas fueron los fijados por la Ley de Presupuesto de 2016 en noviembre último, durante el gobierno anterior.
Chequeado es dirigida por la periodista Laura Zommer, mujer del intendente PRO de Pilar, Nicolás Ducoté. Y que la suma acordada para la totalidad de las universidades, de acuerdo con el artículo 12 de la mencionada ley, es de $51.946 millones, que contempla además gastos adicionales como el Programa de Incentivos, los fondos para universidades de reciente creación y para los medios audiovisuales de las universidades, entre otros.
O sea que, en relación con el presupuesto asignado para 2015, fijado en $38.935 millones, representó un aumento del 30%, de modo que las universidades se quejan de que quedó por debajo de la inflación prevista para el año y que el incremento de tarifas trajo un nivel de gastos mayor.
Un ejemplo numérico que viene a cuento al respecto es el de la Universidad de La Matanza (UNLaM), que recibió este mes un aumento del 600% en la tarifa eléctrica, lo que significó un gasto de $ 711.000 únicamente en este servicio.
Según sus estimaciones, gastarán un total de $ 8 millones en electricidad en todo 2016. En la Universidad de Buenos Aires (UBA), la presión desborda las paredes. Había aprobado el presupuesto con fuerte oposición de docentes, estudiantes y trabajadores que reclamaron por el “0% de aumento”, a pesar de que hubo una mejora efectiva (de $6.690 millones asignados en 2015 se pasó a $8.698 millones para este año), pero la diferencia de $ 2.000 millones “se evaporaría entre el reajuste de tarifas y el incremento de los sueldos de docentes y no docentes”, según la FUBA.
Según la información presupuestaria del Ministerio de Educación, la UBA recibió en abril más de $45 millones para cubrir los “gastos de funcionamiento” y más de $627 millones para cubrir los gastos en personal de marzo, lo que significó un pequeño aumento respecto de las transferencias correspondientes a enero y febrero. El Consejo Superior de la UBA destacó que el dinero sólo será suficiente para dictar clases hasta agosto.
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