domingo, 2 de octubre de 2016

TRAS LA PEREGRINACIÓN A LUJÁN, MARIO POLI LLAMÓ A "NO SER INDIFERENTES" CON LOS POBRES

SOCIEDAD / HOMILÍA 

Foto: Ricardo Pristupluk


Tras la peregrinación de miles de fieles desde el barrio porteño de Liniers hasta la Basílica Nuestra Señora de Luján, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli , pidió no ser indiferentes con los pobres y retomó el mensaje del papa Francisco en el que llamó a los argentinos a "ponerse la patria al hombro". 


Durante la misa que ofició esta mañana, Poli sostuvo que "ponerse la patria al hombro" también es "compartir algo" y "no ser indiferentes" con los pobres. "Si podemos hacer algo con los pobres, especialmente con los que pasan a nuestro lado, no seamos indiferentes. Si podemos compartir algo con ellos, hagámoslo", sostuvo.

El arzobispo de Buenos Aires recibió a los miles de fieles que completaron los casi 60 kilómetros que separan al barrio porteño de Liniers de la localidad bonaerense de Luján para honrar a la virgen en el marco de la 42° Peregrinación Juvenil.

El cardenal Poli invitó a los peregrinos a renovar ante la Virgen el "deseo de un encuentro fraterno entre todos los argentinos" e hizo hincapié en el tema la pobreza que, según oficializó el miércoles el Indec, alcanza a 13 millones de argentinos.

"Uno podía decir: «Qué es una gotita en tanta pobreza y tantos pobres». La Madre Santa Teresa de Calcuta decía que de gotitas están hechos los océanos. Echémonos la patria al hombro, que el Señor y la Virgen de Luján nos ayuden en este buen propósito", insistió el cardenal Poli.

En ese marco, trajo a colación el "mensajito" que el Papa envió el viernes a los argentinos a través de un video y destacó la exhortación del pontífice a "echarse la patria al hombro".

"Muchas veces quizás lo escuchamos al cardenal (Jorge) Bergoglio decir esta frase. Y uno no tiene que decir, que sean los de arriba, cada uno de nosotros, los que amamos esta patria, nos echamos la patria al hombro", aseveró.

En un recorrido que puede demandar alrededor de 15 horas para quienes lo hagan completo, los primeros peregrinos pasaron ayer a primera hora por el templo de San Cayetano para santiguarse e iniciar el periplo a pie muñidos de mochilas con botellas de agua, fruta y calzado deportivo.

El cardenal Poli definió esta manifestación de fe como "un río de vida" y animó a los peregrinos a rezar por la fraternidad y unidad de los argentinos.

"La Virgen nos quiere a todos, es Madre", aseguró el arzobispo de Buenos Aires e invitó a los peregrinos a rezar por él papa Francisco, "como él pide siempre". (www.lanacion.com.ar)

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