CIENCIA / EL CASO DE LA JOVEN DE 14 AÑOS
Una menor que padecía un cáncer terminal escribió una carta al juez Peter Jackson, de Reino Unido, a quien convenció de que resuelva a favor de someter su cuerpo a criopreservación tras morir de un cáncer, a la espera de que la ciencia logre algún día revivirla, y reabrió la polémica sobre esta técnica, que para algunos es promovida por "charlatanes".
Aún así hay 350 personas congeladas en todo el mundo.
Según algunos científicos, "no hay pruebas de que el proceso de criopreservación pueda revertirse".
Una adolescente de 14 años ganó una batalla legal en el Reino Unido para lograr congelar su cuerpo tras morir de un cáncer, a la espera de que la ciencia logre algún día revivirla, y reabrió el debate sobre la criopreservación.
La polémica técnica, también llamada criónica, por el cual un cuerpo es sometido a temperaturas extremadamente bajas para preservar sus tejidos y órganos, no tiene el respaldo de la comunidad científica, pero crece el número de personas que buscan escapar a la muerte y hay tres instituciones que ofrecen el servicio.
El reciente caso de la joven británica tuvo la novedad de haber sido resuelto por una corte que le permitió a la menor de edad tomar esa decisión sobre su cuerpo antes de morir, según informa 'The Telegraph'.
El juez Peter Jackson accedió al pedido de "JS", como se la conoce, ya que su nombre es preservado por cuestiones legales. Solicitó que fuera su madre quien tuviera la última decisión y no su padre, quien se oponía.
"Me conmovió la forma valiente en la que ella se enfrentó a su predicamento", dijo el juez, quien incluso visitó a "JS" en el hospital antes de su muerte.
La decisión del juez llegó justo antes del deceso, el 17 de octubre, casi un año después de que le diagnosticaran un cáncer terminal.
En una conmovedora carta, la joven dijo: "No quiero morir, pero sé que me va a pasar, no quiero que me entierren, quiero vivir más, quiero tener esta oportunidad".
"JS" fue congelada en los Estados Unidos, donde existen dos organizaciones que se dedican al proceso y al mantenimiento de los cuerpos con la esperanza de que en el futuro, quizás dentro de décadas o siglos, la ciencia logre revivirlos.
Se trata del Cryonics Institute, en Michigan, y de Alcor, en Arizona. En tanto la organización sin fines de lucro Cryonics UK, en el Reino Unido, sirvió de intermediaria para trasladar el cuerpo de "JS" hasta Michigan.
Además de los Estados Unidos, sólo una tercera organización en Rusia, KrioRus, posee también la infraestructura para congelar y mantener los cuerpos.
Según el sitio web del Cryonics Institute, el cuerpo es primero enfriado con hielo seco apenas pierde la vida y luego trasladado a las instalaciones donde se realiza el congelamiento con nitrógeno líquido, que lleva al cuerpo a una temperatura de -196 ºC. La sangre es drenada y reemplazada por una "solución protectora" para evitarle el daño a los órganos.
Todo el proceso debe comenzar tan pronto como la persona se encuentre legalmente muerta.
El costo del procedimiento es de unos 35.000 dólares, en efectivo, pagables por la familia o la empresa aseguradora al momento de morir. Según el instituto, unos 143 cuerpos se encuentran actualmente en sus reservorios, mientras que hay más de 1.400 miembros en todo el mundo interesados en el procedimiento sólo en ese instituto.
Los padres de "JS", que están divorciados, no tenían el dinero suficiente para que su hija engrosara estas estadísticas, por lo que sus abuelos maternos consiguieron los fondos. En su caso, el costo total, incluyendo el traslado del cuerpo, ascendió a 46.000 dólares.
"Se podría pensar que este caso sugiere la necesidad de establecer regulación para la preservación criogénica en este país si llegara a darse en el futuro", consideró el juez Jackson.
"Ningún otro padre estuvo nunca en esta posición", agregó, y consideró también que se trataba de un nuevo ejemplo de las preguntas que la ciencia presenta ante la ley.
En tanto, el investigador en neurociencias Martin Ingvar, del Instituto Karolinska en Suecia, señaló que todo el proceso criogénio estaba destinado a fallar y quienes los promovían eran "charlatanes", según remarcó el periódico 'he Daily Mail'.
"El cerebro tiene 100.000 millones de células y 10.000 conexiones entre éstas, no hay posibilidad de restaurar su funcionamiento", dijo.
Al momento, no hay pruebas de que el proceso de criopreservación pueda revertirse, ni evidencia científica para sostener que un cuerpo pueda volver a la vida.
Pero el 'Telegraph' resalta que aún así hay unas 350 personas congeladas en todo el mundo desde que el procedimiento se inventó en 1960.
Todas ellas, como "JS", aceptaron someterse a este procedimiento antes de morir bajo la "esperanza de que la futura tecnología médica los pueda algún día revivir y restaurar su salud", como sostiene el propio Cryonics Institute en su página web.
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