POLICIALES / ENTRE RÍOS
Mientras que miles de personas pedían justicia por las seis personas asesinadas durante este fin de semana en Entre Ríos, un grupo de desconocidos incendió la casa del prefecto acusado por el doble femicidio de Paraná.
Los bomberos llegaron hasta la vivienda que ocupaba Orlando Aníbal Ojeda en calle Cortada M y Larramendi justo a tiempo para evitar una explosión, debido a la cantidad de garrafas que había en el interior.
Una reacción impulsada por la bronca y la conmoción de la que todavía no pueden salir los vecinos de este hombre que portaba un arma para protegerlos y no para asesinar, pero sin embargo mató.
Con 10 minutos de diferencia asesinó a balazos primero a su exnovia, Romina Ibarra y después, a su exesposa y madre de sus dos hijos, Lidia Milessi.
Detrás de él dejó a cinco chicos huérfanos.
Después de que lo detuvieron el sábado, poco antes de la medianoche, el prefecto estaba tranquilo. Pidió una frazada y durmió casi todo el domingo.
Más tarde escuchó sin decir palabra los cuatro delitos que le imputaron, dos homicidios y dos intentos de homicidio, y acordó cumplir una prisión preventiva por 90 días.
Durante el traslado según trascendió, habría dicho que las dos mujeres "lo tenían cansado". (TN)
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