FÚTBOL / PRIMERA DIVISIÓN
(Télam) - Racing Club jugó con un estilo similar al que practica el técnico de Independiente, Gabriel Milito, con el que pudo golear como local por 3 a 0 a un equipo 'rojo' que actuó como tanto se le criticó en la semana a su colega ácadémico', Ricardo Zielinski, sin convicción para atacar y privilegiando sin sostenerlo el cero en su arco.
En una jornada donde el color albiceleste estalló en todos los rincones del país por el título alcanzado por el equipo argentino de Copa Davis, el 'Cilindro' de Avellaneda estuvo colmado por ese cromo que arrasó en la cancha, donde más importaba, pero también en las tribunas.
Racing Club no le ganaba a Independiente por tres goles de diferencia como local desde la quinta fecha del Campeonato Nacional de 1968 (6 de octubre), en aquella oportunidad por 4 a 1, y por 3 a 0 desde el Metropolitano de 1967 en cancha del 'rojo'.
Ya el comienzo avizoraba prematuramente lo que había generado la semana con las críticas explícitas del capitán racinguista Lisandro López al planteo del entrenador Zielinski y paradójicamente fue el delantero quien se convirtió en el artífice de la victoria albiceleste convirtiendo dos de los tres tantos de su equipo (el restante fue de Gustavo Bou).
Es que al minuto hubo un tiro libre de Bou que tapó el arquero Martín Campaña y a los siete un disparo de Marcos Acuña que también solventó el uruguayo, pero a los 23 el oriental nada pudo hacer ante un remate desde fuera del área de López, que sobre los 38 a punto estuvo de aumentar con un cabezazo que controló el guardavalla.
La primera aproximación de Independiente llegó recién a los 42 minutos de esa etapa inicial con un 'testazo' de Germán Denis que exigió por primera vez al arquero Agustín Orión.
La presión alta de los locales, que al momento de recuperar la pelota la manejaban con criterio y profundidad, dejó sin respuestas a un Independiente azorado, que no encontraba respuestas en lo anímico más que en lo futbolístico.
Y esto se acentuó en el comienzo mismo del segundo período, ya que a los dos minutos llegó la conquista de Bou que pareció cerrar definitivamente el partido más allá de todo el tiempo que quedaba por delante.
Independiente quedó 'nocaut de pie' y el golpe de gracia se lo aplicó el que le había pegado la primera trompada, 'Licha' López, a quien Nicolás Tagliafico le cometió un penal que el propio atacante convirtió para sellar la victoria 'académica'.
Allí sí los dirigidos por Milito se quedaron sin respuestas y su rival, de haber acelerado un poco más hasta pudo cerrar las cifras con números mucho más estirados.
Pero la media hora final solo sirvió para el regodeo de los hinchas racinguistas, que pasaron a tomar el protagonismo y darle el color que sus jugadores le trasladaron desde el campo de juego en la cálida noche de Avellaneda.
Defendiendo con tres hombres, atacando con todo el potencial de sus volantes y delanteros, asfixiando a Independiente en la salida y golpeando en los momentos justos para neutralizar cualquier atisbo de reacción de su rival, Racing le ganó a
Independiente con total autoridad y holgura, le pasó la intranquilidad y los cuestionamientos más severos a su rival en lo colectivo y en la conducción de su técnico, y redujo a 22 partidos la diferencia de victorias respecto del 'rojo', en definitiva el único consuelo que le quedó a sus hinchas.
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