POLÍTICA / ENTREVISTA
El presidente Mauricio Macri estará este jueves (1/12) en Córdoba, la provincia donde fue más votado en las presidenciales de 2015 con un porcentaje superior al 70%. Allí presidirá la inauguración del Congreso de Economía Verde.
Es la sexta visita oficial del primer mandatario a la provincia gobernada por el peronista Juan Schiaretti, con quien tiene buena sintonía. En la previa, Macri concedió una entrevista con el diario La Voz del Interior, que la publica hoy en su edición impresa y donde repasa varios temas, aunque hace especial hincapié en la reforma política frenada en el Senado de la Nación y responsabiliza a un senador y a cuatro gobernadores por ‘cajonear’ la iniciativa.
A CONTINUACIÓN LO SALIENTE DE LA ENTREVISTA CON MACRI:
–Pero usted reconoce que la economía todavía no ha dado brotes verdes...
–Brotes verdes ha habido, pero en promedio no terminan de poner en marcha el país como todos necesitamos. Sí se va a lograr el año que viene. Creo que no ha sido parejo. Hay algunas áreas de la Argentina donde ya arrancó y otras áreas que no. Yo trabajo para que todas las áreas arranquen, para lo cual claramente estamos todos ocupándonos para seguir generando condiciones para que la inversión se multiplique y la economía se ponga en marcha definitivamente. Recordemos: hace más de cinco años que la Argentina no crece.
–¿Y está conforme con el desempeño de los ministros del área económica?
–Claro que sí. Si hay algo en que nos equivocamos fue en la dimensión del nivel de destrucción que se había hecho desde el gobierno anterior. Argentina estaba quebrada. En default, sin energía, con deudas de todo tipo que nos dejaron en todas las áreas. Con la carga impositiva más grande de la historia, con las obras públicas totalmente paradas. Entonces, hubo que poner en marcha todo eso y fue coincidente con una curva de aprendizaje de nuestros ministros. Fue más difícil de lo que imaginamos.
“Entendamos que el problema fundamental que enfrenta la Argentina en términos de su equilibrio como sociedad es el enorme déficit fiscal que tenemos. Que hay que bajarlo. Argentina tiene un altísimo déficit fiscal y tiene la carga impositiva más alta de la región. Eso es un impedimento enorme para que se genere nuevo trabajo. Y el trabajo es el que nos va a sacar de la pobreza. Con lo cual yo espero que a partir del año que viene nos sentemos alrededor de una mesa y, en vez de venir todos a pedir algo más, todos vengan a decir qué menos vamos a hacer par a lograr ese equilibrio. Así, con ese equilibrio, no nos va a afectar tanto lo que pase en el mundo. Hoy estamos expuestos a esa fragilidad que tenemos. Alguien alguna vez dijo y valoró los superávits gemelos. Después se le olvidó”, concluye, en alusión a la gestión del expresidente Néstor Kirchner.
–¿Eso está trabando la llegada de inversiones al país ?
–Las inversiones están llegando, pero, sin duda, si tuviésemos resuelto esto llegarían a muchísima mayor velocidad.
–¿Reconoce algún error del Gobierno en el manejo de Inflación y tarifas?
–El de la inflación es, tal vez, el mayor éxito que hemos tenido. Yo dije a principio de año que en el segundo semestre iba a bajar drásticamente la inflación. La mayoría de ustedes me decía: imposible, esto ya no para más. Y hoy estamos en un promedio de uno y medio por ciento mensual. Que todavía es lejos de donde tenemos que llegar. Tenemos que llegar a un dígito anual. Pero ha sido un salto de escalón positivo. Con las tarifas, claramente, sí pudimos haberlo instrumentado mejor.Pero ahí también quiero rescatar el enorme apoyo de la gente. Acá me refiero mucho más a los que viven en el área metropolitana, porque ustedes en el interior pagan ya un nivel de tarifas muy superior desde hace muchos años. Y el 83 por ciento de la gente pagó su boleta, aun costándole más. Desde la política se revirtió, lamentablemente. Porque la gente ha dicho: aunque me duele, entiendo que la energía no puede ser gratis. No es gratis en ninguna parte del mundo y los rosarinos, los cordobeses, los rionegrinos, los neuquinos, pagan dos o tres veces más. Entre tantas cosas que el gobierno anterior nos quitó, en términos de futuro, fue haber dilapidado las reservas energéticas de este país. Vamos a necesitar una década para volver a tener nuestra propia energía, porque durante una década le hicimos creer a la gente que la energía no valía nada y que valía regalarla. Entonces dejábamos las luces prendidas cuando nos íbamos. La austeridad tiene que ser un valor. En eso estoy alineado con el pensamiento del Papa.
El tropiezo de la reforma electoral en el Senado trae al diálogo la lectura generalizada que se hizo sobre la actitud de mayor beligerancia que la oposición mostró en los últimos días.
–¿Qué evaluación hace de esa ofensiva?
–La reforma es algo no negociable, porque los argentinos hemos decidido mayoritariamente por otra forma de convivencia, diciéndonos la verdad, respetándonos, dialogando, y el sistema electoral que acarreamos desde hace décadas expresa todo lo contrario. La buena noticia es que la reforma va a salir porque 20 de 24 gobernadores están a favor. Y valiéndose de una cuestión operativa, un senador cajoneó la reforma y no permitió la votación. Si hubiese ido a votación, salía mayoritariamente.
–¿Qué senador?
–Fuentes. Con el apoyo de solamente cuatro gobernadores. Así que yo creo que vamos rumbo a un sistema electoral que empiece a terminar con la trampa y el robo de votos.
–¿Llegará en 2017?
–Puede estar parcialmente aplicada en 2017. Por ejemplo, Córdoba adhirió. El gobernador Schiaretti y creo que otros más van a seguir haciendo lo mismo.
–¿Y la provincia de Buenos Aires?
–La gobernadora está estudiándolo.
–¿Podría haber sido un camino alternativo la boleta única de papel?
–Puede ser un camino intermedio. Porque ya es una mejora. No introduce la tecnología, pero introduce el instrumento que evita el robo de boletas.
–La resistencia opositora a la reforma política también pudo observarse en relación con el Impuesto a las Ganancias o en la aprobación del proyecto de emergencia social.
–Yo creo que se confunde intentar mantener una agenda mediática con gobernar un país en dirección a una reinserción en el mundo, a volver a crecer, a hacer reformas de fondo que permitan tener una Justicia independiente, la libertad de expresión con la cual convivimos hoy. Hay como una confusión en eso. Nosotros estamos hoy más que nunca convencidos del rumbo que hemos tomado y siento que la gente lo entiende mucho mejor que muchos de los dirigentes, que continúan haciendo propuestas demagógicas, propuestas que entorpecerían, en caso de salir e implementarse, el camino de crecimiento que estamos emprendiendo.
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