SOCIEDAD / ABUSO SEXUAL
El hombre acostumbraba ir todas las semanas a la iglesia mormona de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el barrio porteño de Vélez Sarsfield. Lo hacía siempre en compañía de su familia, pero ese día fue solo, fue a confesarse.
Cuando el obispo lo escuchó revelar que había abusado dos veces de su hijastra de 13 años, decidió no quedarse callado. Se lo contó a la mamá de la víctima y ella hizo la denuncia.
La defensa del acusado, que pretendió fugarse pero fue encontrado al poco tiempo en Paraguay y ahora espera su extradición al país, planteó la nulidad de la causa por la "violación del secreto de confesión" pero aún así, la investigación siguió adelante y se ordenó su prisión preventiva.
Para los jueces no quedaban dudas de que se encontraban ante una causa justa, ya que el religioso rompió el secreto porque la menor seguía en riesgo.
La nena le confirmó a su mamá los abusos de los que había sido víctima y juntas hicieron la denuncia ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de la Nación. (TN)
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