POLICIALES / CAYÓ "EL LÁGRIMA"
Por Federico Fahsbender - ffahsbender@infobae.com
Matías Emanuel Ríos, "El Lágrima", llamado así por una pequeña lágrima tatuada bajo su ojo derecho, había comenzado con el pie fuerte en un pequeño barrio de Ingeniero Budge, a pocas cuadras de La Salada, jurisdicción de Lomas de Zamora.
Se había instalado en marzo pasado para copar la zona con su presunta venta de paco junto a sus dos cómplices principales, Javier Morales, "El Banana" y Nicolás Molina, "El Gordo Nico". Se hacía ver en camionetas 4×4, sus dealers operaban en la zona de las vías del Belgrano Sur para luego ir barrio adentro.
Los vecinos comenzaron a organizarse, presentaron denuncias en su contra: los adictos ya formaban colas de 50 metros para comprar, las riñas territoriales a tiros ya eran moneda corriente. Ríos, de 29 años, no tuvo mejor idea que mandar a uno de sus hombres -supuestamente "El Gordo Nico", de acuerdo con fuentes judiciales- a balear las casas de los vecinos denunciantes y circular el video vía Whatsapp.
Clarín reveló su historia la semana pasada: la cara del "Lágrima" posando sonriente junto a dos secuaces y una ametralladora FMK-3, de fabricación nacional y moneda corriente en los arsenales recientes de las bandas de transas y secuestradores, llegó a la tapa del diario y lo convirtió en una suerte de celebridad instantánea, la nueva cara del narcotráfico del conurbano, un capo ambicioso, fanfarrón y sin miedo.
La llegada del video y las denuncias de los vecinos a los medios dispersaron a los transas de Ingeniero Budge; la salida de "El Lágrima" en el diario lo convirtió en un prófugo instantáneo.
La fiscal Viviana Giorgi de Lomas de Zamora fue la encargada de investigarlo.
Giorgi tiene experiencia en la materia: fue la fiscal detrás de la caída de la banda de los hermanos Jonathan y Brian Palomeque, basados en Llavallol, una de las bandas más terribles de la provincia de Buenos Aires en años recientes, acusados de manejar kioskos de cocaína y paco a lo largo del conurbano, coimear a policías y masacrar a un adicto que vendía para ellos en un rancho, precisamente, de Ingeniero Budge.
Anoche, "El Lágrima" cayó, precisamente, imputado por las amenazas agravadas por uso de arma contra los vecinos de Budge: la DDI de Lomas de Zamora lo encontró junto al "Gordo Nico", al "Banana" y a su novia de 20 años en un hotel alojamiento de la zona platense de Transradio, sobre el cruce con la ruta 4. La encargada del hotel se había negado a colaborar: hizo falta una orden judicial y una búsqueda intensiva.
Hubo 19 allanamientos para encontrarlos anoche, luego de varios días de intervenciones telefónicas calientes. Alguien en el barrio había entregado el teléfono del "Lágrima" mismo, que cambió dos días antes de caer preso. La fiscal Giorgi logró conseguir el nuevo número: las transcripciones de las intervenciones dieron hasta los números exactos de la habitación.
"Al final estaba hablando tranquilo. Se allanó una manzana entera en busca de él, algo que parecía infructuoso. Al mismo momento, mientras los efectivos se iban, las escuchas daban la ubicación exacta de Ríos", asegura a Infobae una alta fuente del caso.
Lo cierto es que "El Lágrima" se había quedado sin opciones.
Las escuchas realizadas no solo a él sino a varios de sus parientes revelaron que pidió ayuda desesperadamente para que lo refugien, que ir a un hotel fue su última opción. Hay un cuarto detenido en el caso, un allegado al "Gordo Nico" que fue allanado y que se sentó con insistencia sobre un almohadón mientras la policía registraba su casa.
Bajo ese almohadón había una llave que abría un Honda Civic estacionado en la cuadra: dentro de ese auto se encontraron la gorra y el buzo que el "Gordo Nico" usa en el video de la agresión a los vecinos, así como varios cartuchos de escopeta.
No era la única cuenta pendiente de Ríos con la Justicia.
"El Lágrima" tuvo una carrera en ascenso: pasó en apenas tres años de ser un simple rastrero a un jefe transa con fuego rápido. Su primer antecedente, de acuerdo con fuentes judiciales, fue un robo en banda con ganzúa cometido en 2014, investigado por la UFI N°11 de Lomas de Zamora.
El año pasado, el Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora a cargo del doctor Patricio Santa Marina pidió su captura por participar en un delito decididamente más grave: secuestro extorsivo. La ametralladora de la foto, hasta el momento, no fue encontrada.
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