ROSARIO. El endeudamiento que propone el Municipio de Rosario es el tema más candente de la actualidad en el Concejo Municipal de Rosario. Mónica Fein busca lograr el aval del Concejo para pedir un crédito por US$ 200 millones. Para eso, precisa el acompañamiento de 19 de los 28 ediles que pueblan el Palacio Vasallo.
os números por el momento no le cierran a Fein que cuenta, por ahora, con 9 voluntades de los concejales que responden al Frente Progresista. Las luces de alertas están encendidas en la administración socialista y las declaraciones de Fein apuntando contra el PRO permiten visibilizar que la intendenta está fastidiosa.
El diputado nacional por el macrismo, José Nuñez, había comparado las realidades de Rosario y Santa Cruz y a Mónica Fein le saltó la térmica: "El PRO tiene que pensar en una práctica que sea diferente al kirchnerismo, cada vez se parecen más cuando agreden de esta manera. Ellos dijeron que venían a plantear una política de la no agresión. Si Núñez viene a Rosario se va a dar cuenta que la realidad en Rosario es muy diferente a la de Santa Cruz".
"Necesitamos diputados que defiendan la ciudad en lugar de agredirla. El que va a Buenos Aires no debe olvidar que va en representación de todos los rosarinos, y esto lo digo para todos los representantes de la provincia", agregó la intendenta que va por su segundo período al frente del Palacio de los Leones.
Fein presentó un plan de obras a concretar si el endeudamiento se aprueba, pero los temores del arco opositor es que el préstamo se utilice para pagar deudas y financiar gastos corrientes.
"No confiamos en la intendenta Mónica Fein", avisó el concejal que quiere ser diputado nacional, Diego Giuliano. Los pedidos de control sobre el hipotético crédito a través de un fideicomiso se han repetido en boca de los actores políticos de la ciudad pero desde la intendencia le bajan el pulgar.
"El fideicomiso genera importantes gastos impositivos", señaló el funcionario municipal Santiago Asegurado. Pero desde la oposición advierten que la negativa a realizar un control de gastos exhaustivo es una señal de que el endeudamiento que pide la gestión Fein persigue algunos fines distantes y distintos a los que pregonó el municipio en reuniones con sindicalistas y organizaciones de la sociedad civil.
Contrarreloj, las principales espadas socialistas persiguen sumar adhesiones cuanto antes. En los pasillos del Palacio Vasallo, un habitúe de las sesiones de los jueves, deslizó que en las próximas semanas el municipio debe cancelar una deuda y que ese es el motivo de tanto apuro y nervios.
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