Lautaro Martínez grita su gol para el 1-0 de Racing ante Gimnasia. (Guillermo Rodríguez Adami) |
Lo necesitaba Racing. Ganar y no recibir goles. Recuperar fortaleza defensiva y disfrutar más tranquilo de sus jugadores de ataque. Fue Lautaro Martínez otra vez el hombre de la tarde en Avellaneda. Justo el día que se va rumbo a Vietnam para jugar el Mundial sub 20. Sus hinchas ya lo extrañan. Su hermosa volea fue el 1-0 ante Gimnasia y tres puntos vitales, para recuperar la sonrisa, llegar a 42 puntos, quedar en zona de clasificación a la próxima Copa Libertadores y esperar la fecha de los clásicos con optimismo.
La única mancha fue la lesión de Marcos Acuña. La derrota contra Temperley la fecha pasada generó consecuencias en Racing. Todo lo que hasta ese momento era tapado por la potencia ofensiva del equipo quedó al desnudo.
Y Diego Cocca tomó nota: cambió la defensa y dejó afuera a Iván Pillud, Marco Torsiglieri y Pablo Alvarez. Adentro Gastón Díaz, Sergio Vittor y Emanuel Insúa. Adelante, Lautaro Martínez y Lisandro López fueron la dupla ofensiva y Bou se quedó al margen por una lesión.
Gimnasia, también presentó un equipo diferente, pero en este caso porque prefirió cuidar a sus principales piezas para el choque del martes en La Plata ante Ponte Preta por la Copa Sudamericana.
El premio llegó a los 35 minutos. Y con una perla del pibe que viajará a jugar el Mundial sub 20. Llegó el centro desde la izquierda de Acuña y Lautaro ensayó una volea fenomenal para clavarla contra el palo derecho del arquero. Sobre el final del primer tiempo, se repitió la escena. Otro envío del Huevo desde la izquierda y nuevamente Martínez la tomó de aire, ahora de derecha, cruzado. Arias con una estirada bárbara evitó otro golazo.
El segundo tiempo fue más parejo. Racing ya no tenía el mismo ritmo que en la primera parte y le costaba encontrar a los delanteros. Ni el Pulpo González ni Acuña lograban meterse en el circuito de juego y Gimnasia empezó a animarse. En especial con el ingreso de Alemán, que le cambió la cara.
Por eso el cierre se pareció muy poco al inicio. Racing sufrió. No supo liquidarlo cuando merecía ampliar la cuenta. Y al final se aferró a un triunfo ajustado que le sirve para recuperarse de la dura caída ante Temperley y esperar con optimismo el clásico de la semana próxima frente a Independiente. (www.clarin.com.ar)
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