Se levantó como Lázaro, San Lorenzo, y empezó a andar otra vez. Y a ilusionarse. Estaba muerto en la Copa Libertadores y ahora quedó cerca de pasar a octavos. Lo mismo pasó en el torneo de Primera División.
Había perdido tres de los últimos cinco juegos y parecía que sus chances de robarle la punta a Boca se desvanecían, pero el 2-1 a Rosario Central más el empate de Boca con Estudiantes reavivaron sus esperanzas.
Néstor Ortigoza picó de manera exquisita un penal a los 37 minutos del primer tiempo para abrir el marcador en la lluviosa tarde del Bajo Flores.
Y cuando Matías Caruzzo puso el 2-0 a los 13 del complemento (luego de una floja respuesta de Diego Rodríguez) parecía todo liquidado, pero Teófilo Gutiérrez le puso suspenso al juego a los 22 con el descuento.
Pero finalmente los tres puntos quedaron para el Cuervo, que suma 43 y quedó a seis del Xeneize, todavía expectante y con la ilusión firme. (tn.deportes)
No hay comentarios:
Publicar un comentario