ECONOMÍA / PRESUPUESTO 2018
(U24) - Ayer (6/7) la ministra de Seguridad Patricia Bullrich contó detalles de la reunión del Gabinete nacional y especialmente se preocupó en destacar que el Ejecutivo comenzó a “delinear” el cálculo de gastos y recursos para el año próximo.
Será “austero y con menor peso del Estado sobre la economía”, afirmó no sin advertir que a pesar del recorte de gastos “todas las prestaciones sociales, jubilaciones y lo que le llega a la gente estará respetado y en muchos casos incrementados y vamos a ir por el lado de los problemas que nos dejó el kirchnerismo en subsidios sobre subsidios y corrupción”.
Lo anunciado por Bullrich no tiene como destinatario a la mayoría de los argentinos, sino a los mercados y a los inversores. Pero son señales postelectorales que recién se materializarán en 2018 cuando se sienta el efecto del Presupuesto Nacional que debe aprobar el Congreso de la Nación en el último trimestre.
Si bien de acuerdo con la Ley de Administración Financiera, el Poder Ejecutivo debe enviar al Congreso el Presupuesto antes del 15 de septiembre de cada año, la Jefatura de Gabinete suele remitir en los primeros días de julio un adelanto, donde se detallan los principales ejes que tendrá la ley de gastos y recursos del siguiente año.
El diario Ámbito Financiero, muy crítico de la gestión macrista, destaca este miércoles (7/6) acerca de la reunión de gabinete que Nicolás Dujovne “fue la voz cantante de la cordura en la reunión del gabinete nacional” y tras el elogio prosigue: “El ministro le avisó allí al resto del gabinete que comenzaba la temporada de elaboración del proyecto de Presupuesto Nacional 2018 y eso implica que cada uno debe enviarle el presupuesto de su área.
El mensaje fue claro: el año próximo Cambiemos debe enfrentar un recorte del déficit que evite, entre otras cosas, apelar a mayor endeudamiento. Cada ministerio, entonces, deberá hacer cuentas y proyectar los recortes. En esos términos el mensaje de ayer puede considerarse una vuelta a los principios de sanidad fiscal de los que tanto habló Cambiemos durante la campaña pero que no ejercitó en su primer año y medio de Gobierno.
Todo lo contrario: algún funcionario del gabinete le confesó a este diario hace 3 meses que "mientras hubiera financiamiento externo el Gobierno podía darse el lujo del gradualismo".
“Una realidad de inversiones que se demoran, déficit fuera de control y consumo que preocupa arrinconó esas convicciones”, destaca el matutino y añade un párrafo sobre los mercados: “Para el mercado la noticia fue un respiro.
Hacía años que no se hablaba públicamente de coherencia fiscal a la hora de elaborar el proyecto de Presupuesto. En la era Kirchner la mera mención del tema estaba prohibida”.
En tanto, Diario BAE aporta que “el Palacio de Hacienda planteó la necesidad de comenzar a desarmar la estructura de subsidios, compuestos principalmente por subsidios sociales y económicos, que son transferencias a empresas de distintos sectores.
Actualmente, según cálculos privados, este último tipo de subsidios representa el 12% del gasto total del Estado, y están incluidos las subsidios al transporte y a las tarifas de servicios públicos. La idea del Gobierno nacional es llevar adelante este proceso para poder cumplir con la meta fiscal del año próximo, ya sin el aporte del blanqueo, y que está previsto en el 3,2% del PBI”.
“Los sectores a los que mayor cantidad de subsidios se transfieren pertenecen a la categoría "Energía, Combustible y Minería", que tiene presupuestado para este año 98.780 millones de pesos, y lleva devengado hasta el momento el 32% del total. En segundo lugar se encuentran las transferencias al sector Transporte, del que ya se ejecutó el 43% del total (14.409 millones de pesos)”, precisó el matutino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario