La corrupción es uno de los temas recurrentes de Francisco durante su pontificado. Y en una conversación con superiores de órdenes religiosas publicada en febrero por la revista Civiltà Cattolica, él admitió que se trata de un mal enraizado incluso en el Vaticano.
Desde que Jorge Bergoglio llegó en 2013 a la plaza de San Pedro, ha avanzado en la limpieza de la Curia vaticana. En estos 4 años hizo casi tantos cambios en el colegio cardenalicio –el órgano que deberá elegir a su sucesor- como Benedicto XVI en el doble de tiempo: de los 121 cardenales que designar al próximo Papa, 49 son de Francisco, quien mantuvo la declinación de los cardenales europeos aún cuando los italianos mantienen su número estable.
Gerhard Luwig Müller, qui en era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es el más reciente relevo ordenado por el Papa. Y no había antecedentes de una salida forzada semejante, según el historiador Alberto Melloni: ingresado al 'freezer' un cardenal de 69 años, aún con años de actividad por delante, y guardián de la doctrina, aunque criticado como permisivo con los casos de pederastia que han pasado por sus manos.
Cuidado: su sucesor Luis Francisco Ladaria, ya fue apuntado por lo mismo desde el semanario italiano L’Espresso. Pero mientras todo esto sucede, ya está preparándose la próxima gira de Francisco por Latinoamérica, que volverá a dejar a la Argentina fuera de la agenda.
Acerca de los preparativos en Chile, Andrés B eltramo Álvarez escribió en Vatican Insider / La Stampa: "(...) Según el calendario oficial, Jorge Mario Bergoglio estará en Chile del 15 al 18 de enero de 2018. Visitará varias ciudades (Temuco e Iquique), pero comenzará por la capital, Santiago.
Ahí mismo, el sábado 1 de julio, unos 500 jóvenes, de 10 diócesis y de 50 ciudades del país, participaron en la grabación del peculiar video.
Portando carteles con los nombres de cada localidad de origen, los participantes abrieron camino a la cámara que terminó sobrevolando sobre el contingente, ubicado en una galería de la Universidad San Sebastián. Al final, todos gritaron: “¡Te esperamos en Chile!”.
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