Ricardo Echegaray fue durante siete años el dueño del secreto bancario: tenía acceso a los movimientos de los contribuyentes a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Entre el 5 de enero de 2016 y el 9 de agosto de ese año fue el director de la Auditoría General de la Nación (AGN).
El último año bajó el perfil, tanto que volvió a ejercer su profesión de abogado. El extitular de la AFIP ahora tramita divorcios.
En su oficina de Nordelta ya atendió a clientas de Lomas de Zamora y Morón: las mujeres quieren aprovechar sus contactos en la AFIP para averiguar si sus maridos tienen bienes ocultos.
Y eso no es todo: Echegaray aún es empleado del Estado. Ese tercer trabajo es planta permanente de la Aduana, de la que fue su director general entre 2004 y 2008, antes de pasar a la AFIP.
Actualmente está de vacaciones porque acumuló 300 días de descanso pendientes.
Según informó Telenoche, cobra 500 mil pesos mensuales de bruto.
Decidirá su futuro en el organismo cuando se reintegre, pero para eso debe terminar su descanso. El Gobierno, mientra tanto, quiere que renuncie.
Se podría decir que, además, tiene un cuarto empleo, porque también tiene tiempo para asesorar al líder del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro, en temas económicos para debatir en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. (tn.com)
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