PROVINCIAS / NEUQUÉN
Fernanda Pereyra tenía 26 años, estaba embarazada de 6 meses. Su cuerpo fue hallado en el kilómetro 6 de la Ruta 6, en Neuquén. Los investigadores afirman que no es casualidad: 666 es la marca de La Bestia en el libro del Apocalipsis
Le clavaron un cuchillo en el pecho. Del lado del corazón. Depositaron su cuerpo sobre leña de álamo, palets y cubiertas, y lo rociaron con combustible para que ardiera en la hoguera.
Fernanda Pereyra (26) estaba embarazada de 6 meses, sus restos fueron hallados por los galgos de un vecino de Rincón de los Sauces, en Neuquén, en el kilómetro 6 de la Ruta 6.
Los investigadores afirman que esta macabra coincidencia no es producto del azar: 666 es la marca de La Bestia en el libro del Apocalipsis.
"La joven madre fue asesinada en un ritual satánico", señalan hoy fuentes judiciales.
El brutal homicidio, cometido el 21 de julio, alarmó a los 20.000 habitantes de la localidad neuquina. El horror creció cuando se conocieron los macabros detalles que involucran el culto a San La Muerte, la adoración al demonio, y la veneración a Destranca Rua, entidad del kimbanda, un culto africano.
Setenta y dos horas después del hallazgo del cuerpo, reducido a cenizas, fueron detenidos Luciano Hernández, ex pareja de la víctima, Osvaldo Castillo y Diego Marillán, amigos del primero, todos probablemente relacionados con el tráfico de droga en la zona y con las prácticas del satanismo y del culto angoleño.
Cuando los investigadores allanaron el inquilinato donde vivían los sospechosos se encontraron con algo que jamás podrían haber imaginado. En la primera habitación había un santuario plagado de velas negras, rojas y blancas, figuras demoníacas, una calavera y santos paganos: San La Muerte y Destranca Rua.
En las cuatro habitaciones de la pensión encontraron, además, una enorme muñeca de papel con la misma altura de la joven madre asesinada y una peluca de color caoba, el color de pelo de Fernanda. En el patio del fondo hallaron una oveja, que suponen que los detenidos usarían en sus oscuras ceremonias.
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