POLÍTICA / ARGENTINA PUEDE
Si bien la universidad estatal es gratuita, lo cierto es que no son muchos los estudiantes de clases bajas que acceden a la misma por distintas razones.
¿Cómo lograrlo? ¿Cómo avanzar por el camino de la verdadera igualdad?
Según el último informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, que dirige Alieto Guadagni, nuestro país estaría en condiciones de becar a 100.000 estudiantes universitarios de origen humilde por año.
"Si la Argentina implementara un régimen como el Fondo de Solidaridad Universitaria uruguayo, podría llegar a becar anualmente a 100 mil estudiantes de origen humilde", indica el informe.
"Esto permitiría enfrentar uno de los grandes problemas del sistema universitario en la Argentina", afirma.
Aclara que "desde hace 23 años, el Fondo de Solidaridad Universitaria de Uruguay (FSU) administra un sistema por el que los profesionales egresados de la gratuita Universidad de la República o del también gratuito Consejo de Educación Técnico Profesional deben realizar contribuciones al FSU, a efectos de financiar becas para estudiantes de bajos recursos".
"Si en la Argentina se implementara dicho sistema, permitiría ayudar a 70.000 estudiantes universitarios de origen humilde. Pero si mejorara nuestro bajo nivel de graduación y, en consecuencia, aumentaran los contribuyentes futuros, las becas podrían llegar a beneficiar a 100.000 estudiantes", indica el director del CEA en el mencionado reporte.
Y completa: "Además, si se concentraran las becas en las carreras científicas y tecnológicas, se podría triplicar la actual escasa graduación en ciencias aplicadas y básicas. Tal iniciativa mejoraría sustancialmente la inclusión social de nuestra universidad, además de incrementar la graduación en las carreras estratégicas para nuestro desarrollo".
Según publicó Guadagni en un diario porteño, "el FSU es la institución más importante del sistema de becas de Uruguay. Fue creado el 25 de julio de 1994, durante la presidencia de Lacalle, a través de la ley 16.524 y se financia con el aporte - obligatorio y anual- de los egresados, más allá de que ejerzan o no su profesión.
Comienzan a aportar quienes perciben ingresos mensuales mayores al mínimo no imponible, luego del quinto año de aprobada la última materia de la carrera cursada. Los graduados cuyas carreras son de cuatro años o más aportan anualmente alrededor de 125 dólares durante los primeros cinco años, y luego 250. (...)No existen restricciones académicas al momento de solicitar la beca, pero sí para la renovación, donde se exigen resultados académicos. "
Cita además los 3 grandes problemas de nuestra universidad:
- la graduación es una de las más bajas de América latina, ya que estamos por debajo de Cuba, México, Colombia, Brasil y Chile;
- la deserción universitaria argentina es de las más altas de la región y
- hay muy pocos graduados en las carreras científicas y tecnológicas.
En 2013 las universidades estatales graduaron a 80.000 profesionales, de los cuales apenas 5 fueron ingenieros hidráulicos, 16 ingenieros nucleares y 30 petroleros. Este tipo de graduación es aún más escasa en las universidades privadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario