SOCIEDAD / INSEGURIDAD
El Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel fue víctima de un violento robo cuando se encontraba en su casa en el partido bonaerense de San Isidro.
El hecho se produjo alrededor de las 15:45 de este jueves cuando tres delincuentes aprovecharon que el nieto de Pérez Esquivel sacaba la basura para entrar a la vivienda.
Una vez adentro, los ladrones ataron y amenazaron al Nobel de la Paz de 85 años, quien también es presidente de la Comisión Provincial de la Memoria, y le pidieron que entregara dinero y objetos de valor.
Los asaltantes se llevaron joyas, 4.500 dólares, 3.000 pesos, 3.000 euros y teléfonos celulares.
El personal policial de la seccional San Isidro 1era. se presentó en la casa de Pérez Esquivel, para llevar a cabo las tareas de investigación de rigor y analizaron las cámaras que podía haber en la zona para tratar de identificar a los sujetos.
A través de las redes sociales, la familia Pérez Esquivel difundió un comunicado en el que detallaron: "Ninguno de los tres fue golpeado y se encuentran bien, pero fueron atados mientras se llevó a cabo el robo durante aproximadamente 45 minutos".
"No es normal que Adolfo y su familia sufran robos domiciliarios, pero en el lapso de los últimos 12 meses hemos sufrido el robo de la casa de Miramar y ahora el de la vivienda en San Isidro, no parecen casualidades", agregaron.
Además, exigieron a "las autoridades provinciales del Poder Judicial y del Poder Ejecutivo que investiguen lo ocurrido para evitar que vuelva a suceder".
Se iniciaron actuaciones por "robo" e interviene la comisaría San Isidro 1era., la UFI de San Isidro, a cargo de Patricio Ferrari.
"Lo empujaron, lo amarraron, lo ataron, lo encerraron en una habitación y esperaban a que nosotros lleguemos. Cuando llegamos yo puse el coche en la cochera. Bajó mi señora para abrir el portón, pero veía que no salía. Cuando abre, se meten en el coche. Me dice: 'tenemos a la familia, no haga nada'.
Ahí comenzaron a sacar todo. A mi señora la ataron en la habitación de mi nieto. A mí me llevaron a que les entregue el dinero, las joyas. Se llevaron muchas condecoraciones de distintos países, premios, cosas de oro, plata. El dinero que tengo para los viajes. Actuaron muy profesionalmente", relató el premio Nobel.
En ese sentido, sostuvo que no actuaron al voleo y que sabían a dónde habían entrado a robar. "Se movían con mucha precisión, con guantes. No querían que los miremos. Eran educados, así no gritaban ni nada. Les entregamos las cosas y después me ataron. El aspecto era de unos 30 años. Estaban de sport, pero ropa buena. El pelo muy bien recortado tipo militar. Actuaron con mucha precisión. No fue golpeado ninguno de mi familia. Revisaron los pasaportes. Sabían perfectamente donde entraron. Leían mi nombre y veían lo que era. Tenemos que evaluar. No tenemos una cosa muy clara de lo que pasó", agregó. (infobae)
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