Ernesto Sanz reapareció en una entrevista al canal TN (Grupo Clarín) donde defendió algunas medidas polémicas del Gobierno de Mauricio Macri pero a la vez le reclamó más acción contra lo que denominó las “corporaciones” gremiales y judicial.
El dirigente radical sostuvo que la suspensión del camarista Eduardo Freiler en el Consejo de la Magistratura, impulsada por el oficialismo, fue "una señal contundente de que hay que investigar a los jueces corruptos".
El jury contra Freiler fue muy cuestionado por la metodología que utilizó Cambiemos para aprobarlo, al aprovechar la ausencia de un consejero K que tenía que jurar para poder votar. Sanz reiteró que su alejamiento de la política se debió a que la había absorbido “al 100 por ciento", entonces priorizó su vida personal.
"No sé si estoy en la periferia, estoy ayudando mucho al Gobierno", aclaró y reveló que una o dos veces por semana, si se encuentra en Buenos Aires, participa de las reuniones del Gabinete de Coordinación, una mesa que integran funcionarios de primera línea.
El expresidente de la UCR afirmó que el presidente "tiene hoy la legitimidad para poder marcar la cancha a las corporaciones". "La corporación judicial no puede proteger a ningún juez corrupto", consideró.
Y en relación a los sindicatos, también respaldó otra medida polémica como fue el desplazamiento de los funcionarios ligados a los gremios: "no puede haber sindicalistas que en privado le digan que está todo bien y que luego se claven una movilización con amenazas de paro".
"Hay una sociedad que está dispuesta a bancar el rumbo que este gobierno se ha propuesto", remarcó Sanz. "El presidente no está agrandado, tiene los pies sobre la tierra. No cambió en sus convicciones, en sus desafíos y en la manera de ver el país encontró el rumbo que tienen que tener la Argentina", dijo.
Acerca de las elecciones, para el exsenador "tener el 35 y quizás en octubre un poco más es la construcción de una mayoría que se va consolidando".
En este sentido, destacó: "Es una sana posibilidad que haya un gobierno que no tenga más del 50 % pero que sea capaz de convocar al resto para conformar una Argentina de acuerdos".
"Cuando aparece un gobierno serio que no promete grandes cosas sino ordenar la Argentina, vivir en un país normal, la mayoría de la sociedad apuesta por eso", indicó.
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