Siete delincuentes asaltaron la tradicional pizzería porteña Güerrín en un golpe comando que incluyó la tortura de una de las víctimas. Al gerente del local le abrocharon cuatro veces la oreja con una engrapadora.
El hecho durante la madrugada, cuando en el comercio había sólo tres empleados de limpieza, el sereno y el gerente de la firma, quien fue el que se llevó la peor parte.
Al ejecutivo lo golpearon, lo llevaron al fondo del local, intentaron asfixiarlo y le pidieron el dinero de la recaudación. Al resto de los trabajadores, los ataron con precintos.
Los delincuentes estaban vestidos con ropa de policía y chalecos antibala. La víctima declaró que los ladrones "hablaban y se movían como si fueran policías".
Sin poder saquear la caja fuerte, los malvivientes huyeron en una camioneta y dos autos de apoyo tras media hora de golpear y torturar a los empleados del lugar.
La zona, Corrientes 1368 (a pocas cuadras del Obelisco), está habitualmente custodiada por tratarse de un habitual recorrido turístico. Incluso hay varias cámaras de seguridad que deberían tener registro de lo sucedido. (mdz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario