ECONOMÍA / JOSÉ LUIS ESPERT
(U24) - El Gobierno nacional develó ayer (31/10) los primeros lineamientos concretos de la reforma tributaria que adelantó el lunes (30/10) el presidente Mauricio Macri. En conferencia de prensa, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó el proyecto tributario que discutirá el Congreso que incluye gravar la renta financiera, eliminar el impuesto al cheque y la transferencia de inmuebles, bajar alícuotas a productos electrónicos y vehículos de gama media e incrementarlas a bebidas alcohólicas y azucaradas.
Conocidos los detalles de la reforma, el economista José Luis Espert opinó este miércoles (1/11) que el paquete de medidas es “bien a la medida de los empresarios, clientes o amigotes de los gobiernos, y muy en contra de la gente que no tiene lobbie”.
En declaraciones con radio Belgrano, Espert agregó que notó “demasiado preocupado al ministro por gravar el impuesto a las naftas más contaminantes, pese a que esto no son nuestro problemas”.
“Este paquete de reformas está alejado de los problemas de los argentinos, es un sacudón para la gente de a pie”, insistió al tiempo que apuntó que “al empresario le sirven las medidas tomadas”.
De todas maneras, Espert resaltó: “Argentina sigue creciendo, esto no va afectar negativamente el crecimiento, hay que seguir con cuidado cuán negativamente afecte esto a la parte financiera, porque a la renta financiera con el impuesto creado alcanza a todos (los que ganen $ 50.000 por año) y de manera gradual”.
Al finalizar insistió que "se sigue discutiendo cualquier cosa como los impuesto internos y los efectos invernaderos, en lugar de discutir el punto de fondo como es la presión impositiva, que es impagable”.
“La inflación tampoco baja, estamos teniendo el mismo costo de vida que teníamos con (la ex presidenta) Cristina Kirchner, pero un poco más sana”, añadió y en esa línea insistió que “nos vamos a arrepentir de seguir endeudándonos así. Es totalmente impúdico como el Gobierno hace todas las vueltas necesarias para seguir reventándonos con impuestos y nunca bajar el gasto. Volvió a dilapidar el capital político, como pasó cuando asumieron”.
En una conferencia de prensa en el microcine del Palacio de Hacienda, ayer Dujovne sostuvo: "Tenemos que mejorar los impuestos que cobramos" y propuso así "un sistema que sea más amigable con los contribuyentes, más equitativo y más igualitario".
"Además de enfocarnos en el gasto, tenemos que hacerlo en los impuestos", consideró el funcionario, quien evaluó que la Argentina necesita "un camino gradual de cinco años para la reducción de impuestos".
Según el proyecto, la alícuota del impuesto interno a los vinos y sidras subirá de 0 a 10%; el de cervezas de 8 al 17% y el de champañas de 0 a 17%.
"Modificaremos alícuotas de impuestos internos, especialmente en productos electrónicos que bajarán al cero por ciento", señaló e indicó que habrá un "salto adicional para que los precios sean más parecidos a los de otros países del mundo".
Al respecto, los celulares, televisores y monitores tienen una alícuota de 17% y, si prospera en el Congreso la iniciativa oficial, sería eliminada.
El funcionario sostuvo que "es vital que sigamos acercándonos a los precios internacionales".
"La reforma es de implementación gradual", aseguró el ministro, quien también resaltó que "gravará segundas viviendas o compradas con fines de lucro".
El proyecto implica un régimen de devolución acelerada de saldos de IVA para inversiones de largo plazo que "subsane la distorsión que actualmente genera el impuesto".
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