POLÍTICA / REFORMA PREVISIONAL
Sucede que mientras los diputados buscaban sesionar, afuera, en la plaza del Congreso, organizaciones de izquierda y sindicales se enfrentaron con la policía y la gendarmería, que los reprimió con balas de goma y camiones hidrantes. Desde el otro lado de la valla respondían con piedras, en una zona totalmente blindada desde el miércoles a la tarde.
En medio de esos incidentes quedaron diputados que intentaban calmar las aguas y otros que querían ingresar al Congreso.
Tal fue el caso del legislador del Frente Para la Victoria, Matías Rodríguez, quien fue golpeado y terminó siendo retirado en ambulancia.
Otros diputados, como Máximo Kirchner, Axel Kicillof, Juan Cabandié, Nicolás del Caño, Mayra Mendoza, Wado de Pedro, Gabriela Cerruti y Nicolás del Caño tuvieron que empujarse con los efectivos para tratar de ingresar al edificio.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, apuntó a los diputados kirchneristas por la frustrada sesión para debatir la reforma previsional y los calificó de "piqueteros de la Cámara de Diputados".
Además, descartó que se fuera a cambiar el proyecto "por la violencia de una minoría".
En conferencia de prensa, Peña recordó cómo fue el tratamiento de la iniciativa en comisión. "Hubo una acción de violencia y agresiones a funcionarios en ese momento. Y hoy vimos, como ayer, la búsqueda clara, primero desde la calle y después desde el recinto, de cómo se convirtieron en piqueteros de la cámara de Diputados", sostuvo el jefe de Gabinete y agregó: "En el pasado vimos un kirchnerismo que atropella pero jamás esto".
En ese sentido, le pidió a los diputados K que "tienen que tener la dignidad de perder cuando no representan una mayoría" y afirmó que "optaron por la violencia".
Así, explicó que "Cambiemos no seguirá ese camino" y que por eso el Gobierno salió a dar "un mensaje de paz".
Consultado por el amplio operativo de seguridad en la puerta del Congreso, donde hubo fuertes enfrentamientos entre los efectivos y los manifestantes, Peña defendió su presencia. "Eso que vimos no tiene nada que ver con una protesta social sino con impedir el desarrollo de una sesión democrática", expresó.
"¿Si no había vallas, dónde hubiera concluido todo? Si los diputados dieron un pésimo ejemplo agrediendo a sus compañeros, ¿qué podemos esperar de los encapuchados?", respondió.
Tal como venían haciendo distintos funcionarios, el jefe de Gabinete volvió a defender el proyecto de reforma previsional. "Readecuamos la fórmula de movilidad para que se ajuste por inflación y los jubilados tengan previsibilidad", argumentó y aseveró que la iniciativa busca que "ganen 5% por arriba del incremento de precios".
Cuando se le preguntó si se modificarían los puntos más calientes, lo descartó: "No creemos que por la violencia de la minoría se tenga que modificar un debate parlamentario".
En la sesión hubo quórum dos veces, aunque la oposición denunció que dos diputados que habilitaron el número todavía no había jurado su cargo, así que la sesión no podía tener luz verde.
Sin embargo, Peña reafirmó que los legisladores kirchneristas "no dejaron debatir" e insistió con que "la mayoría de los presentes sí quería seguir adelante".
Minutos antes, la diputada Elisa Carrió tomó el rol de vocera informal de Cambiemos y le pidió al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, que levantara la sesión. "Lo peor que podemos hacer es sesionar en este ambiente de violencia que no ha sido generado por nosotros", afirmó.
Sucede que mientras los diputados buscaban sesionar, afuera, en la plaza del Congreso, organizaciones de izquierda y sindicales se enfrentaron con la policía y la gendarmería, que los reprimió con balas de goma y camiones hidrantes. (TN)
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