lunes, 15 de enero de 2018

LA IMPORTANCIA DEL CONTROL OFTALMOLÓGICO

SALUD / CALIDAD DE VIDA 



Muchas personas que padecen un problema visual no se dan cuenta que ven mal, hasta que lo corrigen. De ahí la importancia del control oftalmológico, que si bien es recomendable que sea anual, tiene sus particularidades en cada etapa de la vida. 


Una vez descartado todo tipo de patología hereditaria, que es lo primero que se indaga en cada paciente a cualquier edad, se tiene en cuenta un ciclo que va desde la etapa de plasticidad ocular; cuando el ojo aprende a ver en los primeros 6 años de vida, hasta cierta pérdida natural de funciones que sufre el ojo como cualquier otro tejido. Increíblemente, la mayoría de los casos de pérdida de visión se puede prevenir.

El desarrollo visual infantil se va modificando, a diferencia del adulto, por crecimiento y maduración. El examen de retina o fondo de ojo a todos los recién nacidos, permite detectar cualquier obstáculo que impida la formación de imágenes nítidas en el ojo, ya sea cataratas congénitas, persistencia de vítreo primario, u otras patologías que son en realidad poco frecuentes.

En el caso de glaucoma, por ejemplo, se encuentras en 1 de cada 10000, pero requieren intervención inmediata. En los niños prematuros, la ley establece el control oftalmológico, ya que pueden sufrir una alteración en el desarrollo de la vascularización normal de la retina que si no es pesquisada y tratada a tiempo puede llevar a la ceguera.

La visita al médico oftalmólogo, y obtener el correspondiente certificado, son requisito para el comienzo de sala de 4 y 5 años en el jardín de infantes y en 1er. grado y 1er. año del nivel medio.

Pero aunque no sea obligatorio, es altamente recomendable hacerlo todos los años en la educación primaria al inicio de cada año escolar. Así se evitan problemas en la visión que pueden afectar directamente al niño en su proceso de aprendizaje e incluso en su vida social.

 Después de los 40 años se instala la presbicia, con dificultad para ver objetos cercanos. El ojo por razones fisiológicas empieza perder esa elasticidad que le permite al cristalino hacer foco.

 A los 50 años, una multiplicidad de factores como la alimentación, el estrés, y también hormonales ha hecho que en los últimos años, especialmente las mujeres, sea cada vez más frecuente la falta de lubricación ocular u ojo seco.

 Luego de los 60, puede suceder que el cristalino o lente natural del ojo sufra algún grado de opacificación: son las cataratas, que van enturbiando la visión muchas veces sin que el paciente lo advierta, y tiene solución quirúrgica que les mejora la calidad de vida de forma drástica.

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