(DP) - Fue una noche negra para el Rojo. Con un equipo diezmado desde lo físico se las arregló para dar batalla ante un Corinthians con mucha jerarquía. Tuvo argumentos como para ganarlo, pero lo terminó perdiendo cuando el rival ya firmaba el empate y, encima, no le dieron un claro penal y le invalidaron un gol a Silvio Romero quien no estaba en offside al tocar la pelota.
Así, Independiente quedó tercero en el grupo y obligado a ganar lo que le queda: dos de esos partidos serán de visitante. Se dio un partido muy atractivo entre dos equipos con serias pretensiones ofensivas.
Independiente apurado por su obligación de sumar de a tres y Corinthians dispuesto a no dejarse someter por la iniciativa del equipo local. Entonces, el espectáculo se hizo muy entretenido; Independiente, en base a la movilidad de los de adelante, arrancó mejor parado pero, con el correr de los minutos, los brasileños ganaron confianza y, desde el manejo criterioso de Rodriguinho, generó avances de riesgo.
Con ese panorama, se dieron pasajes de ida y vuelta con situaciones propicias para abrir el marcador en los dos arcos.
Campaña respondió muy bien ante un zurdazo de Maicon y un remate cruzado de Romero en una réplica a toda velocidad; además, Figal desvió con la cabeza un tiro frontal de Clayxon.
Por su parte, el Rojo, que tenía en Gaibor y Benítez su mayor cuota de lucidez, tuvo varias muy claras: un centro rasante de Menéndez que no llegó a conectar Verón, una aparición de Silvio Romero tras un gran pase de Benítez con un remate de zurda que se fue apenas desviado, un pase de Verón que Henrique desvió contra su arco y Cassio salvó con los pies, una reacción justa del arquero sacándole el gol a Romero al arañar el balón (en el rebote Gaibor remató apenas afuera) y un remate bajo de Benítez que lamió el palo. Así se fueron al descanso.
En la segunda parte Corinthians ya no preocupó tanto, Independiente tuvo un par claras ya con Meza (sin ritmo) y Gigliotti en la cancha.
No le dieron un penal por una mano clara y un cabezazo de Jadson, desviado por Campaña, le pegó al arquero en la cabeza y se metió para dejar al Rojo con las manos vacías.
Encima, a Silvio Romero, el asistente le arrebató el empate.
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