Mijaíl Fridman y su hijo Alexander. |
(U24) - El Consejo de Administración de DIA informó la convocatoria de una junta de accionistas en la que someterá a votación la ampliación de capital preasegurada por Morgan Stanley. Pero esta operación es casi el último recurso.
El rechazo del accionista Nº1, Letterone, y la fuerte dilución a los socios minoritarios que se exige para sostener la operación hacen muy difícil que obtenga el acuerdo de todos los accionistas. Esta situación presiona a Letterone, pero también a la cúpula de la compañía y a la banca acreedora, que precisa alcanzar una alternativa que garantice liquidez a DIA y le evite una situación de insolvencia.
Ante este escenario, el Consejo de Administración deberá realizar concesiones a Fridman, según los acuerdos que someterán a la cumbre de accionistas. Y tiene atribuciones para hacerlo.
El Consejo de Administración tendrá 1 año de margen para concretar esta ampliación. Una de las condiciones de la Oferta Pública de Adquisición que propone Letterone es que DIA no realice nuevas emisiones de acciones hasta que el fondo controle la empresa. Y, una vez refinanciada la deuda con la banca, se compromete a impulsar su propia ampliación por 500 millones de euros, asegurada por Goldman Sachs y en la que suscribiría una parte proporcional a su participación.
Es una posibilidad para superar el conflicto ante el rechazo de Fridman a ampliar capital ahora. Desde 2016, el Consejo de Administración cuenta con un mandato de la Junta de Accionistas para realizar una ampliación de capital acelerada por hasta el 50% de su capital social y que hasta el 20% fuese sin derechos.
Sin embargo, debe conseguir que sus accionistas le autoricen a realizar las 2 operaciones a un mismo tiempo:
< participar a Fridman en la ampliación, o
< facilitar el ingreso de un 'caballero blanco' (¿Morgan Stanley?) que aporte 20% del capital directamente.
Pero Morgan Stanley no es la única posibilidad del Consejo de Administración. Si los accionistas la rechazasen, aún podría reestablecer el equilibrio patrimonial con una ampliación más modesta, pero que la Junta de Accionistas ya autorizó hace 3 años.
Los accionistas minoritarios, liderados por el empresario Pedro Gómez-Pablos, ya ha instado al Consejo de Administración a hacerlo cuanto antes y estudia suscribir ese 20% sin derechos, por unos 100 millones de euros.
Por el momento, la banca acreedora reclama el equilibrio patrimonial, a través de alguna inyección de capital. Pero, con el veto de Letterone a cualquier ampliación antes de su Oferta Pública de Adquisición, los bancos plantean que Fridman suscriba un préstamo participativo o algún tipo de deuda convertible, lo que permitiría a Fridman inyectar capital ahora a través de deuda, sumarse al equipo de acreedores y convertirla en acciones después de la Oferta Pública.
Fridman capitalizaría el préstamo suscrito con la banca, una vez ejecute esa ampliación de capital que se compromete a promover una vez se haga con la empresa. Esta inyección de liquidez permitiría a DIA afrontar con mayor holgura el vencimiento de 306 millones de euros en bonos en julio, si el plan del inversor no se encuentra concluido para entonces.
A cambio, la banca estudia firmar un acuerdo 'standstill', que supone que los bancos renuncian a cortar las líneas de liquidez a la empresa o a solicitar el preconcurso de acreedores durante un periodo de tiempo suficiente para que culmine la Oferta Pública de Fridman e inyecte el dinero que la banca necesita para acordar una refinanciación.
Los acreedores de DIA ya accedieron a un acuerdo similar el 31/12/2018: inyectaron casi 900 millones de euros en deuda a corto plazo, de la que DIA consumió el 84% en el mismo día del acuerdo.
Aquel 28/12/20118, DIA comunicó al mercado que entraba en causa de disolución. La legislación establece un plazo de 2 meses para que el Consejo convoque una junta para revocar la situación.
Ese pacto tenía 2 condiciones:
< que DIA ampliara su capital por 600 millones de euros, y
< que no cambiara de manos.
Un 'standstill' permitiría dejar en suspenso ambos requisitos y que la banca conceda a Fridman la posibilidad de concretar su compra. Los papeles de la Oferta Pública anunciada por Mijail Fridman ya están registrados en la Comición Nacional de Mercados de Valores de España.
El fondo del luxemburgués, Letterone, incluirá un aval por 296,1 millones de euros, el importe que equivale al 71% que no controla del grupo de supermercados a un precio de 0,67 euro por título. El supervisor cuenta ahora con un plazo de 7 días hábiles para admitirla a trámite y otros 20 días para aprobar la propuesta, si bien este último plazo se reiniciará cada vez que Letterone envíe nueva documentación a la CNMV.
Letterone cuenta con fondos más que suficientes para afrontar esa oferta, por lo que no necesitará ningún tipo de préstamo: el fondo contaba con 7.100 millones de euros de liquidez al cierre de 2017, según sus cuentas más recientes.
Fridman entró en DIA a mediados de 2017 y fue elevando su participación hasta 29%, pagando un promedio de 4,3 euros por título, con una inversión total cercana a los 700 millones de euros. Pese a que la convocatoria de la Junta de Accionistas de DIA prevé que se celebre en 2da. convocatoria, el 20/03, Letterone podría provocar que la cumbre o curra el 19/03, en la 1ra. convocatoria.
La Ley de Sociedades de Capital establece que, para ello, necesita que concurran accionistas con el 50% de las acciones. El fondo luxemburgués cuenta con un 29%, por lo que se requeriría de un 21% adicional.
En caso de celebrarse en 2da. convocatoria, el Consejo necesitaría contar con mayoría para aprobar la ampliación, siempre que asistiesen dueños de al menos del 50% del capital. Para una asistencia del 70%, la aprobación necesitaría 35,51% de apoyo.
Pero Fridman tiene el 29%, y le bastaría 6,51% adicional para rechazarla. Entonces, las entidades presionan otra vez: de no contar con una inyección de capital antes del 31/05, la empresa entrará en concurso de acreedores, pudiendo convertir su deuda en acciones y controlar la compañía.
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