POLICIALES / INSEGURIDAD
(DP) - Investigan si el crimen de un joven de 16 años, que falleció en el Hospital Penna de Parque Patricios por un balazo en la cabeza, está vinculado con un episodio ocurrido en el barrio porteño de Parque Chacabuco, en el que el reconocido médico Ernesto José Crescenti se defendió a los tiros de un intento de robo.
El adolescente, que fue hallado dentro de un automóvil en la Villa Zabaleta, ingresó en el centro de salud en minutos posteriores al intento de asalto, informado por este medio en su edición de ayer, registrado sobre la calle Santander al 500.
Es por eso que la Justicia intenta averiguar si efectivamente fue uno de los ladrones involucrados, mientras que sus cómplices continúan prófugos.
Carlos Bruniard, magistrado a cargo del Juzgado Nacional Criminal y Correccional 50, ordenó que los peritos secuestren el proyectil que el joven tenía en la cabeza para determinar si la bala coincide con la que salió del arma del hombre de 65 años, primo del titular del SAME Alberto Crescenti, cuando intentó resistirse.
Crescenti es legítimo portador, pero la pericia podría cambiar la carátula de la causa, que hasta el momento está caratulada como “tentativa de robo a mano armada” y “disparo de arma de fuego” y se encuentra en manos de la Fiscalía Criminal y Correccional 59 porteña, a cargo de Laura Belloqui.
El episodio se produjo en Parque Chacabuco, en momentos en que el médico volvía a su casa tras unas vacaciones a bordo de su auto Toyota Rav4 y estacionó en la puerta de la vivienda para bajar las valijas del baúl, hecho que cuatro delincuentes aprovecharon para abordarlo y exigirle a la víctima que le entreguen el vehículo.
De acuerdo a los voceros, Crescenti se negó a darles su auto, por lo que uno de los asaltantes realizó un disparo, tras lo cual el hombre extrajo una pistola calibre 357 marca Glock y comenzó a disparar, lo que motivó a los ladrones a huir.
Este lunes, el médico respondió las preguntas de la prensa en la puerta de su casa y allí contó una versión diferente de los hecho en la cual sólo uno de los delincuentes bajó del automóvil disparando.
“El último viernes, mi hija me fue a buscar a mi regreso de Punta del Este. Venía preocupado porque el garaje estaba ocupado porque mi hijo dejó el auto mal estacionado. Justamente venía preocupado por la forma en la que íbamos a entrar a la casa porque “estos muchachos” están dando vueltas y si te agarran distraído… Por eso, al cruzar Rivadavia se me prendió la lamparita y les dije a todos que bajen y entren, y que yo después iba a buscar las valijas. Cuando salí, lo hice con el arma que siempre llevo encima (porque ya tuve varios episodios). Cuando bajamos las valijas, veo que viene un coche aminorando la marcha y para un metro adelante. De ahí baja un tipo disparando un arma y yo repelí la agresión, eso fue lo que pasó”, contó Crescenti, que señaló que los balazos impactaron en la parte de atrás de la camioneta y en una pared del frente de su casa.
“No hubo resistencia. Sólo me la vi venir porque esto es común en este barrio. (…) Cuando el tipo me tiró dos tiros, yo le descargué el cargador. Cuando pasa esto, todo se ve en cámara lenta porque la adrenalina que descarga el cuerpo es tremenda. Incluso los tiros parecen de cevita”, dijo el médico, que explicó que en una ocasión pagó de su propio bolsillo un policía de consigna, para el que construyeron una garita.
Crescenti, agregó además que en una ocasión fue víctima de un asalto en la que le dispararon, y una bala le quedó alojada en la quinta vértebra. “Si sobreviví a eso es porque algo debo tener que hacer acá”, dijo.
Consultado si sabe si el joven hallado dentro del automóvil en la Villa Zabaleta, que murió en el Penna, Crescenti negó saberlo aunque lamentó el hecho. “Si fue ese, lo lamento”, concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario