LA CÁMPORA DEAMBULA EN LAS ELECCIONES 2011
Aníbal busca subir a Cristina al triunfo cordobés, donde el PJ se impuso a los K
Los resultados de Córdoba volvieron a confirmar que el peronismo se impone ante el kirchnerismo. Ni lerdo ni perezoso, el verborrágico jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, buscó subirse al tren de ese triunfo, del que el candidato ganador, José Manuel de la Sota, los bajó con éxito. Pero, ¿cómo resolver el dilema principal? Pues, Cristina Fernández apostó a La Cámpora y muy pronto el PJ le demostró que se equivocó.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, enfatizó hoy que la "formación justicialista" del Gobierno hace que estén "al lado" del electo mandatario cordobés José Manuel de la Sota y le respondió que en la administración de Cristina Fernández no tienen "ningún objetivo de dividir a nadie".
Además, afirmó que "los municipios que participaban del Frente para la Victoria jugaron con pata y todo para que el resultado fuera el que estamos viendo en este momento", dijo que le alegra "muchísimo" el triunfo de su "amigo personal" y negó que el futuro gobernador le haya advertido al kirchnerismo que cuenten con él para "unir, no para dividir" en su discurso de anoche.
"No dijo a la Nación: dijo que cuenten con Córdoba para construir y no para dividir, y yo le diría lo mismo exactamente desde este lado, porque nosotros no tenemos ningún objetivo de dividir a nadie", expresó Fernández en declaraciones al canal Telefé.
Aníbal Fernández reconoció que De la Sota "hizo una elección muy buena" y recalcó que el Frente para la Victoria, que no fue con candidato propio, "jugó" a favor de la postulación de Unión por Córdoba, como en las municipalidades de Villa María, Leones y Villanueva.
"Soy amigo y tengo aprecio personal por José Manuel y me alegra muchísimo que así sea, que haya hecho una elección muy buena y uno tiene que reivindicarla", continuó.
Aunque finalmente, tras negar "una vocación por dividir", resaltó que "los matices políticos van a seguir existiendo, eso es inevitable".
Pero, más allá de la no alianza, o "aprecio" hacia el mandatario, el verdadero problema del oficialismo nacional tras recibir los resultados de Córdoba, es que volvieron a confirmar que el peronismo tradicional mantiene su notable vigor electoral, frente a expresiones "puras" del kirchnerismo como Juan Cabandié.
Y Cristina optó por La Cámpora...
Así se pasa de evaluar si, ante la posible reelección de Cristina, queda en juego si el peronismo se convertirá en kirchnerismo o si comenzará una nueva etapa en la que la eterna coalición de gobernadores y dirigentes territoriales de peso, empezarán a delinear un nuevo rumbo, en el que muchos esperan empezar a liberarse del férreo sistema de conducción rosada.
Las catastróficas derrotas del camporista Juan Cabandié en la Capital Federal, donde apenas alcanzó el 14% y de Agustín Rossi, emblema de la resolución 125, en Santa Fe, donde llevó al PJ a un humillante 3er lugar, eximen de mayores análisis sobre lo que piensa la mayoría de la sociedad sobre las propuestas que ofrecen un purismo kirchnerista.
Por el contrario, el peronismo confirma que sigue siendo una gran fuerza política, y de hecho, De la Sota le hizo probar al kirchnerismo un poco de su propia medicina: estiró la negociación previa al cierre de listas hasta el final, para sobre la hora ofrecerles mucho menos de lo que esperaban. Los dejó sin opciones y ahora les impuso la contundencia de su triunfo, exponiendo su irrelevancia electoral. Aunque sea muy probable que en los próximos días, semanas, haya un acuerdo más explícito con la Rosada. Pero antes, marcó la cancha y demostró que los votos son suyos. ¿Será acaso el anticipo del peronismo devorando otro "ismo"?
Además, afirmó que "los municipios que participaban del Frente para la Victoria jugaron con pata y todo para que el resultado fuera el que estamos viendo en este momento", dijo que le alegra "muchísimo" el triunfo de su "amigo personal" y negó que el futuro gobernador le haya advertido al kirchnerismo que cuenten con él para "unir, no para dividir" en su discurso de anoche.
"No dijo a la Nación: dijo que cuenten con Córdoba para construir y no para dividir, y yo le diría lo mismo exactamente desde este lado, porque nosotros no tenemos ningún objetivo de dividir a nadie", expresó Fernández en declaraciones al canal Telefé.
Aníbal Fernández reconoció que De la Sota "hizo una elección muy buena" y recalcó que el Frente para la Victoria, que no fue con candidato propio, "jugó" a favor de la postulación de Unión por Córdoba, como en las municipalidades de Villa María, Leones y Villanueva.
"Soy amigo y tengo aprecio personal por José Manuel y me alegra muchísimo que así sea, que haya hecho una elección muy buena y uno tiene que reivindicarla", continuó.
Aunque finalmente, tras negar "una vocación por dividir", resaltó que "los matices políticos van a seguir existiendo, eso es inevitable".
Pero, más allá de la no alianza, o "aprecio" hacia el mandatario, el verdadero problema del oficialismo nacional tras recibir los resultados de Córdoba, es que volvieron a confirmar que el peronismo tradicional mantiene su notable vigor electoral, frente a expresiones "puras" del kirchnerismo como Juan Cabandié.
Y Cristina optó por La Cámpora...
Así se pasa de evaluar si, ante la posible reelección de Cristina, queda en juego si el peronismo se convertirá en kirchnerismo o si comenzará una nueva etapa en la que la eterna coalición de gobernadores y dirigentes territoriales de peso, empezarán a delinear un nuevo rumbo, en el que muchos esperan empezar a liberarse del férreo sistema de conducción rosada.
Las catastróficas derrotas del camporista Juan Cabandié en la Capital Federal, donde apenas alcanzó el 14% y de Agustín Rossi, emblema de la resolución 125, en Santa Fe, donde llevó al PJ a un humillante 3er lugar, eximen de mayores análisis sobre lo que piensa la mayoría de la sociedad sobre las propuestas que ofrecen un purismo kirchnerista.
Por el contrario, el peronismo confirma que sigue siendo una gran fuerza política, y de hecho, De la Sota le hizo probar al kirchnerismo un poco de su propia medicina: estiró la negociación previa al cierre de listas hasta el final, para sobre la hora ofrecerles mucho menos de lo que esperaban. Los dejó sin opciones y ahora les impuso la contundencia de su triunfo, exponiendo su irrelevancia electoral. Aunque sea muy probable que en los próximos días, semanas, haya un acuerdo más explícito con la Rosada. Pero antes, marcó la cancha y demostró que los votos son suyos. ¿Será acaso el anticipo del peronismo devorando otro "ismo"?
No hay comentarios:
Publicar un comentario