ECONOMÍA / OPINIÓN
por AGUSTÍN MONTEVERDE
CIUDAD DE BUENOS AIRES (InC). En el mes de julio de 2015 la balanza comercial marcó un superávit de apenas US$ 204 millones, lo que significa una abrupto derrumbe de 75 % respecto al mismo mes del año pasado.
Téngase en cuenta que las salidas de divisas por ventas de dólar ahorro efectuadas el primer día hábil de agosto superaron los dólares generados por el excedente comercial de todo el mes previo.
Los volúmenes de nuestras compras al mundo siguen creciendo 50% más rápido que los de nuestras ventas (9% las primeras frente a 6% las despachadas).
Y el deterioro de términos de intercambio también se profundiza, con los precios de nuestros productos cayendo 50% más rápido que los de nuestras adquisiciones: 17% los de éstas últimas frente a 11% los de las ventas.
Las exportaciones se contrajeron 12 % interanual.
Fue consecuencia de la caída de 17% en precios y un aumento de 6% en las cantidades, que fue mérito exclusivo de las ventas de productos agropecuarios.
No obstante sufrir una abrupta pérdida de 23% en los precios, las ventas de manufacturas agropecuarias treparon 34%.
Las ventas de productos industriales se desplomaron 15% en cantidades pese a que sus precios padecieron la menor caída.
Las exportaciones de combustibles y energía experimentaron un auténtico colapso, desmoronándose 52%.
Los rubros que registraron mayores aumentos en valores absolutos fueron aceites, desperdicios de la industria alimenticia, petróleo crudo, hortalizas, legumbres y frutas, y pescados y mariscos.
Los principales productos exportados en términos de valor absoluto fueron harinas y porotos de soja, aceite de soja, maíz, metales preciosos, mariscos, carne bovina, vehículos y autopartes.
Las importaciones se contrajeron mucho menos que las exportaciones, apenas 4%.
Obedeció a una baja en los precios de 11% y un crecimiento en las cantidades de 9%.
Todos los rubros aumentaron en volúmenes, con excepción de los bienes de capital, que bajaron.
En el mes de julio las compras que sobresalieron fueron: gas natural licuado, gas oil, vehículos de transporte, circuitos electrónicos, aceites, partes de celulares, y autopartes.
En los primeros 7 meses de 2015 la balanza comercial se ha derrumbado 65% frente a la de idéntico lapso de 2014.
El total exportado se contrajo 17% mientras que las compras —pese a las graves trabas que afectan la actividad— tuvieron un descenso menor.
Ello fue consecuencia del marcado deterioro de los términos de intercambio: la caída de los precios de nuestros productos fue seis puntos mayor a la de los precios de lo que compramos.
La crisis china promete más presión futura en este punto.
La enorme diferencia —11 puntos porcentuales— entre los precios de los combustibles que vendemos y los que compramos (mayormente a cargo del Estado) ilustra sobre el desmanejo y la corrupción que domina en el área energética.
El análisis de las tendencias–ciclo sugiere que continuará acentuándose el deterioro de la balanza comercial.
La importancia del comercio con el Mercosur ha sido superada por el intercambio con el Lejano Oriente.
Las exportaciones hacia los países de esa región han igualado a las dirigidas al bloque sudamericano; y las compras de aquel origen superan a las que efectuamos a nuestros socios del área.
En julio, las exportaciones al Mercosur se derrumbaron 20% mientras que las compras a nuestros socios aumentaron 1% interanual.
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