viernes, 4 de septiembre de 2015

LOS PIBES SIN CUMPLEAÑOS

APe / NOTA DE OPINIÓN 


Por CARLOS DEL FRADE 

(APe).- Los cumpleaños nacieron con la astrología. En un primer momento era exclusividad de los futuros reyes o gobernantes. La justificación era que si existía un buen año para el poderoso, la misma suerte correría para los súbditos. 



En Egipto, el cumpleaños del faraón era una jornada de asueto y algo parecido sucedía en la vieja Persia. En Grecia, en tanto, en la isla de Delos, había una fiesta anual para Apolo y Artemisa, donde abundaban los pastelitos de miel con forma de Luna.

Los germanos fueron, según estas tradiciones, los que difundieron la idea de celebrar los cumpleaños con regalos y comidas según el gusto del agasajado, entre las cuales aparecía una torta adornada con una velita. Pero fue en China donde surgió la idea de festejar con juguetes bulliciosos como maracas, matracas y cornetas.

Los chinos consideran de buen augurio hacer mucho ruido en las fechas memorables para espantar a los malos espíritus y para dar la bienvenida al año que el festejado va a comenzar.

En Israel, según estas narraciones, hay algo muy especial entre las chicas cuando cumplen doce años. Es una celebración más religiosa que social. A partir de esa edad las nenas son Bat Mitsvá, es decir, maduras. Para los varones, el acontecimiento del Bar Mitsvá se posterga un año.

En México, por ejemplo, se acostumbra despertar a las cumpleañeras con una serenata. Los mariachis entonan bajo la ventana de la agasajada las famosas mañanitas, canción popular anónima que cuenta con numerosísimas versiones. El Happy birthday to You, en tanto, fue compuesta por dos hermanas de Kentucky, Estados Unidos, en el siglo XIX. Quizá la versión más recordada sea la de Marilyn Monroe, aquella que le dedicó al presidente John F. Kennedy el día de su cumpleaños.

En Argentina, la celebración de la vida de cualquier persona comienza a mostrar, sin embargo, amplios vacíos. De acuerdo a los estudios del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, saber si se celebran o no el cumpleaños tiene como objetivo “lograr una aproximación al clima social y emocional en el que son criados y socializados los/as chicos/as entre el primer año de vida y los 12 años. Un cumpleaños puede ser para muchos una torta compartida y/o una comida en honor del cumpleañero, o festejos más concurridos y animados, según las tradiciones y posibilidades de cada familia. Lo cierto es que no se evalúan las características del festejo ni se establece un parámetro.

Hacer una torta y ofrecerla al cumpleañero es un honor para el/la niño/a y una forma a través de la cual aprender los códigos sociales que permiten dar y recibir amor y amistad. La torta de cumpleaños, en sí misma, simboliza en el imaginario social del/de la niño/a el ritual de cumpleaños. Es el momento central, momento electivo de la infancia, que contiene ya todos los placeres supuestos y esperados. En efecto, las tortas de cumpleaños están cargadas de gran significación simbólica ya que es cocinar “para alguien más” con una cierta intención de festejo. Cocinar, entonces, es “dar placer y compartir””, apuntan los investigadores. Y agregan con contundencia: “En tal sentido, el símbolo de una torta compartida, por su ausencia, puede ser también un momento particularmente doloroso”.

Entre el primer año de vida y los 12 se estima un déficit en este indicador del 13,2% y se ha mantenido estable durante el período. Ese porcentaje significa que más de un millón de chicas y chicos no han celebrado su cumpleaños en los últimos cuatro años, de acuerdo al estudio.

“Los/as niños/as en el estrato de clase trabajadora marginal registran un 22,9% de déficit frente a un 5,2% en el estrato medio profesional en 2014: una brecha regresiva 4 veces mayor para los primeros respecto de los segundos. Estas disparidades e incidencias son similares en los otros estratificadores socioeconómico y sociorresidencial. La propensión a no festejar el cumpleaños de los/as niños/as es algo mayor en las ciudades del interior que en el Gran Buenos Aires”, remarcan los números del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia. ¿Quiénes se harán cargo del dolor de los pibes y las pibas sin cumpleaños?.

La respuesta ausente forma parte de la profunda deuda interna argentina.

Fuentes: Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, UCA, agosto de 2015; distintas páginas web en relación al origen de la fiesta de los cumpleaños

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