CULTURA / MEMORIA
Por Mercedes Ezquiaga / Télam
El 27 de abril se cumplen 40 años de la desaparición de Héctor Germán Oesterheld, militante, escritor y guionista de “El Eternauta”, obra maestra y emblemática de la historieta argentina: si bien nunca se conoció el paradero de su cuerpo, se cree que fue asesinado en 1978 por la dictadura militar, siguiendo el mismo destino trágico de sus cuatro hijas.
"El único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo", decía en el prólogo de su obra cumbre realizada junto al dibujante Francisco Solano López, que cuenta la historia de Juan Salvo, viajero de la eternidad, quien se materializa frente a un historietista para narrarle las vivencias de resistencia ante una invasión extraterrestre en la ciudad de Buenos Aires, a través de una nevisca mortífera.
La historieta publicada inicialmente en 1957 en la revista Hora Cero Semanal ofrece un acuciante final que, con el paso del tiempo, no solo resultó mítico sino insoslayable en el marco de las dictaduras militares que se sucedieron en América latina.
Al momento de su distribución se promocionaba como "la historia del hombre que viene de regreso del futuro, que lo ha visto todo, la muerte de nuestra generación, el destino final del planeta”.
“Esto significa que la nevada mortal caerá sobre la Tierra en 1963.. que, dentro de cuatro años, los Ellos descargarán sobre nosotros su espantosa invasión... ¿Qué hacer? ¿Qué hacer para evitar tanto horror?”, desliza el personaje del historietista, sobre el final de la obra, luego de escuchar el relato de Juan Salvo, el viajero de la eternidad.
"Escuché. Todo el resto de aquella noche no hice más que escuchar y sí, cuando el Eternauta concluyó su relato ya todo estaba claro, tan claro como para llenarme de pavor, y de una enorme piedad, por él, por mí, por tí, lector. Pero no adelantaré nada... es necesario que se conozca la historia del Eternauta tal como él me la contó", reza el comienzo de la emblemática obra, para muchos el primer relato de ciencia ficción de la literatura argentina.
Nacido en Buenos Aires el 23 de julio de 1919, Oesterheld fue geólogo pero desde muy joven escribió cuentos infantiles.
A principios de los años 50 se volcó al género de la historieta de aventuras, en el que se reveló como un guionista prolífico y original.
Entre sus creaciones se incluye "Sargento Kirk", "Ticonderoga" y "Ernie Pike", con dibujos de Hugo Pratt; "El Indio Suárez", junto a Carlos Freixas; "Randall the Killer", con Arturo del Castillo; "Sherlock Time" y "Biografía del Che", con Alberto Breccia; "Joe Zonda" y "Rolo, el marciano adoptivo", también con Francisco Solano López.
Activo militante de Montoneros, tras vivir meses oculto y cambiando de viviendas -por momentos se refugiaba en el Tigre y por eso eran varios los que notaban sus borceguíes embarrados- fue emboscado y secuestrado en la ciudad de La Plata el 27 de abril de 1977.
Durante la dictadura militar también fueron secuestradas y desaparecidas sus cuatro hijas -Diana, Marina, Beatriz y Estela-, dos yernos del escritor, y los hijos que dos de ellas llevaban en su vientre.
Oesterheld habría sido fusilado en Mercedes en 1978 y aun hoy está desaparecido.
“Emocionalmente, no puedo separar el hecho de ser su nieto al momento de emitir una opinión sobre la obra de Héctor Oesterheld, mi abuelo, pero considero que es una de las figuras centrales de la cultura argentina, del siglo pasado y de siempre”, dijo a Télam el escritor y poeta Fernando Araldi Oesterheld, hijo de Raúl Araldi y Diana Oesterheld.
“Tenemos la suerte (para él merecidísima) de ver cómo su obra se expande día a día, en argentina y en el mundo; una obra que abarca el formato de historieta y el de la literatura más convencional, siempre en el género de la aventura, o de ciencia ficción, como por ejemplo su libro recientemente publicado 'Más allá de Gelo', que recopila todos sus cuentos de ciencia ficción escritos para diversas revistas también en el extranjero. Por eso para mí es un escritor con todas las letras, con todo lo que eso significa, no solo un guionista de historietas”, agregó.
“Sabemos que su obra más emblemática y popular, 'El Eternauta', a partir del contexto histórico en el que el país entra en la década del 70, y justamente por ser él mismo actor activo junto a sus cuatro hijas de la lucha armada, se lee en clave política, y sobre todo porque la segunda parte, escrita ya en la clandestinidad y dictada muchas veces por teléfono público tuvo la intención de ser escrita de esa manera. Pero afortunadamente también es una obra que abarca muchas maneras de leerla”, esbozó.
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