miércoles, 16 de agosto de 2017

ANGACO, EL NOMBRE DE LA MUERTE

MEMORIA / 176 AÑOS DEL COMBATE 

Croquis de Angaco


Angaco es un vocablo de origen araucano que significa agua o corrientes que hay en la falda de un cerro. En 1841, las Provincias Unidas del Río de la Plata se encontraban divididas entre unitarios y federales (la Confederación). 


Durante los años 1830, el federalismo gobernó todas las provincias a partir de 3 caudillos, Juan Manuel de Rosas, en Buenos Aires; Estanislao López, en Santa Fé; y Facundo Quiroga, en La Rioja.

Con la muerte de Quiroga, en 1835, el norte quedó a cargo del gobernador de la provincia de Tucumán, Alejandro Heredia. En 1838 sus milicias se componían de 1 batallón y 10 regimientos de caballería, unos 5000 hombres veteranos de muchísimos combates.

Pero Heredia fue emboscado por una partida de oficiales, a cargo del capitán Gabino Robles, instigados por Marco Avellaneda. Según el historiador tucumano, Carlos Paéz de la Torre, Alejandro Heredia habría abofeteado a Robles durante una noche de copas en la ciudad de Salta, ordenando que fuese detenido.

Pero detrás de todo estaba Avellaneda, el padre del luego presidente Nicolás Avellaneda. El asesinato de Heredia aconteció en el camino de San Pablo, a 2 leguas de San Miguel de Tucumán, cuando éste se dirigía hacia su finca de Arcadia, Lules, en noviembre de 1838. Los unitarios o liberales estaban muy activos.

Construían un 'relato' que, en parte, les ha sobrevivido. Funcionaba la Asociación de Mayo, dirigida por Esteban Echeverría, integrante de la famosa Generación del '37. Los gobernadores del norte se fueron pasando al bando unitario y enfrentándose a Rosas. El único que se mantuvo leal al gobernador de Buenos Aires fue Juan Felipe Ibarra de Santiago del Estero.

Esta Alianza contra Rosas se conoció como la Coalición del Norte y sus integrantes se pronunciaron públicamente en Tucumán el 07/04/1840. ACHA Mariano Antonio Acha llegó a Tucumán. Él era sargento mayor en 1828, cuando el gobernador Manuel Dorrego se refugió en el fuerte de Salto, después de la derrota en Navarro.

Acha y su jefe, el coronel Bernardino Escribano, tomaron presos a su superior, el coronel Ángel Pacheco y también a Dorrego, a quien envió al campamento de Juan Lavalle, quien lo ascendió a coronel de caballería por este "mérito" que tan caro le costó a la futura República Argentina.

De inmediato, Acha adhirió a la Coalición, poniéndose a las órdenes de Manuel Solá, gobernador de Salta, antiguo federal ahora unitario; luego se unió a las fuerzas de Juan Galo de Lavalle y Gregorio Aráoz de Lamadrid. Lavalle había sido gobernador de Buenos Aires y de Mendoza. Aráoz de Lamadrid lo sería de Tucumán y Mendoza.

UN ERROR

El dato mayúsculo fue que La Rioja ingresó a la Coalición, abandonando la Confederación Argentina. Las provincias cuyanas se pusieron contra La Rioja. El mayor problema de La Rioja fue no evaluar la situación. En aquel 1841 Rosas había mejorado la mala coyuntura de 1838. Rosas consiguió que Francia dejara de apoyar a los unitarios, expulsó a Lavalle del territorio de Buenos Aires y bloqueó la injerencia de la 'Comisión Argentina' en Montevideo.

Los federales se pusieron en movimiento, y Nazario Benavidez, al frente de las tropas sanjuaninas, y José Félix Aldao, con las tropas mendocinas y puntanas, marcharon hacia La Rioja para reunirse en el Ejército del Norte, y tomar la ciudad capital. Las tropas federales tomaron La Rioja, pero no destruyeron el ejército unitario.

El gobernador de San Juan, Nazario Benavidez, derrotó al gobernador riojano Tomás Brizuela y luego lo persiguió, lo hirió y lo hizo prisionero. Brizuela murió poco después. El general Lamadrid aprovechó que la capital riojana había quedado desprotegida y la ocupó.

Entretanto, 'el Chacho' Ángel Vicente Peñaloza rearmó su ejército en los Llanos, y comenzó a hostigar las poblaciones fronterizas entre San Juan y La Rioja. Benavídez, al frente de las tropas sanjuaninas, y Aldao, con las tropas mendocinas y puntanas, marcharon a reunirse en el territorio riojano para tomar la Ciudad de La Rioja.

Lamadrid envió a Acha hacia San Juan para evitar la reunión de Benavídez y Aldao, y distraerlos, mientras Lamadrid esperaba refuerzos en la Ciudad de La Rioja. Acha tuvo un problema: en el camino hacia San Juan, desertaron 380 de sus 900 hombres.

Acha capturó la ciudad de San Juan sin combate alguno, y durante 2 días se reaprovisionó: del 13 al 15 de agosto, preparando el combate contra el Ejército del Oeste (federales). Sin embargo, el 1er. choque se dió por casualidad, el 15/08/1841 por la mañana: las tropas se toparon frente a frente y sin buscarlo.

De un lado, 1.950 federales y del otro 630 unitarios pero no había otra opción, y ocurrió una batalla de 2 horas. Entonces Acha ordenó la retirada, considerando que había alcanzado un resultado exitoso, y reagrupando sus fuerzas en una zona conocida como "La Punta del Norte", entre Angaco y Albardón.

Allí esperó hasta que el 16/08/1841 comenzó el enfrentamiento más sangriento de las guerras civiles argentinas. Los del Norte se habían dividido: demasiado temperamental, Benavídez atacó primero sin esperar al grueso del ejército encabezado por Aldao.

Acha no tuvo inconvenientes en derrotar a Benavídez. Llegó Aldao e intentó atacar por el centro, luego flanquear por los lados: Acha rechazó cada embestida. Pese a su superioridad numérica, los federales se estrellaban minuto a minuto, y Aldao cometía el error de seguir intent ándolo en vez de retroceder para reagruparse y planificar.

OTRO ERROR

La batalla terminó a las 17:00: 9 horas de guerra y más de 1.200 muertos, además de 200 presos, en su mayoría federales. Gran victoria unitaria. Eso sí: fue efímera. En parte, culpa del propio Acha: pareció olvidarse que seguía estando en territorio enemigo.

Porque Benavídez se reaprovisionó y reunió un nuevo ejército que 2 días más tarde, el 18/08/1841 atacó a Acha en la Batalla de Chacarrilla. Acha resistió 3 días, hasta quedarse sin oficiales, y finalmente se rindió bajo promesa de que respetaran su vida.

Benavídez lo entregó a Aldao, quien lo hizo fusilar por la espalda, el 16/09/1841. Su cabeza fue cortada y expuesta en una pica, en las inmediaciones de la Posta de la Cabra, actualmente Jarilla, en la provincia de San Luis. ¿Fue la venganza de Dorrego?

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