SOCIEDAD / MOBBING
Un brutal doble homicidio sacudió a la provincia de Córdoba y el 'mobbing', más conocido como acoso laboral, se convirtió en la principal hipótesis del asesinato. Este término, desconocido por muchos hasta el momento, hace referencia al acoso laboral y maltrato psicológico. Si bien las mujeres son las que suelen sufrirlo, los hombres también pueden ser víctimas, como en el caso cordobés.
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) explica que, desde el 2015 hasta la fecha, el trabajo es el ámbito en donde más se registran denuncias por discriminación.
El INADI explica que el mobbing es un tipo de acoso psicológico o moral ejercido verbalmente, o a partir de determinados tratos. Este acoso coloca a quien lo recibe en un lugar desestabilizador, de aislamiento, baja autoestima y mala reputación.
El mobbing está enmarcado dentro de la violencia laboral, según la Resolución Nº 05/07 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
“Es un acto discriminatorio ligado a cuestiones que atañen a la vida privada extra laboral de la persona que recibe el acoso: puede ser la orientación sexual, tener una discapacidad, ser extranjero/a, tener determinado aspecto físico, ser mujer, tener una enfermedad, practicar determinada religión, pertenecer a determinada etnia”, según el área de Trabajo sin Discriminación del INADI.
De acuerdo a las estadísticas 2015-2017, el 30% de las denuncias a nivel nacional tienen que ver con discriminación en el trabajo. Se trata del 1er. lugar donde ocurren los actos discriminatorios.
Los lamentables hechos ocurridos en Córdoba se cobraron las vidas de 2 personas. En una fábrica de hielo del barrio San Vicente, en el sudeste de la ciudad de esta provincia, un hombre de 42 años fue detenido luego de haber asesinado a balazos a 2 compañeros de trabajo, Ramón Rojas (55) y su hijo Damián (30),
El agresor, José Gustavo Suárez (41), llamó al 101 para confesar los crímenes y se entregó a la policía. "He matado a mis dos compañeros de trabajo. Ahora nunca más se van a reír de mí", dijo.
Lázaro Cristobal, dueño de la empresa, explicó: "Era un tipo callado, que ni hablaba. Que yo sepa no tenía antecedentes. No sé si tenía alguna enfermedad. Acá nadie molesta a nadie. Cuando yo venía, él siempre estaba trabajando en su lugar. Que yo sepa, no había peleas ni lo molestaban".
Además, hubo un 3er. hombre agredido, Hugo Herrera, quien fue atacado con una tijera y se hizo pasar por muerto.
"Mientras el atacante volvía a cargar el arma, lo pateó y como el herido no se movió, no efectuó el disparo", indicaron fuentes judiciales.
Cuando fue detenido, Suárez explicó a la Policía que sufre cáncer de próstata y tiene problemas de micción y de erección. Según manifestó, las personas a las que asesinó se burlaban por su condición física.
Fue imputado por homicidio reiterado agravado por el uso de arma de fuego, y la División Homicidios de la Policía de Córdoba investiga el caso.
Puntualmente en Córdoba, 2 de cada 10 denuncias corresponden a casos de discriminación en el trabajo (18,57% de las denuncias), y ocupa el 2do. lugar en la provincia, donde la mayoría de los casos denunciados se registran en escuelas.
La grave situación que provoca el mobbing genera preocupación, ya que impide el pleno desarrollo de la capacidad laboral de las personas víctimas del acoso. Estas están sometidas a degradación psicológica y, de esta forma, se ve afectada su vida laboral y personal.
La realidad que viven las mujeres en cuanto al acoso laboral suele ser más grave, como así también las consecuencias que presenta.
Las mujeres tienen el derecho fundamental de trabajar sin miedo, tal como se manifestó en el marco de una reunión apoyada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), celebrada en el marco de la 61º sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social en Nueva York en marzo de 2017.
Manuela Tomei, directora del Programa de Condiciones de Trabajo y Empleo de la OIT, explicó: “Este es un problema universal y afecta a todas las mujeres, sin importar su educación ni donde trabajan. ¿Por qué nos importa? Porque es una violación de derechos humanos, es una amenaza a la dignidad, a su seguridad salarial y a su salud y bienestar”.
Tomei indicó que la violencia va en contra del empoderamiento económico de la mujer y de la economía en general. Esto provoca ausentismo y pérdidas para las empresas, y también afecta su reputación.
“Hay que mirar a la violencia y el acoso como una continuación de malos comportamientos en el lugar de trabajo. Por ejemplo, hay una tendencia a no dar importancia a chistes sexistas, algo que después puede convertirse en algo más grave”, agregó Tomei.
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