La reforma tributaria que impulsa el Gobierno nacional puso en alerta a los productores de vinos y a los políticos de la provincia de Mendoza especialmente, por los incrementos en los impuestos que paga el sector.
Desde el Congreso de la Nación la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti y el diputado nacional Alejandro Abraham (ambos del Frente para la Victoria y representantes por Mendoza) rechazaron "tajantemente" el impuesto del 17% que propone el Ejecutivo Nacional y remarcaron que "debe seguir con una alícuota del cero por ciento".
Los legisladores que responden a Cristina Fernández exigieron que el gobernador Alfredo Cornejo los convoque, junto a todo el arco opositor, para "frenar la medida que afectará profundamente a la región".
"El vino fue declarado bebida nacional a través de la Ley 26.870 y la transferencia de dinero de la vitivinicultura al Gobierno nacional sería superior a los 250 millones de dólares solo en 2017 en caso de aplicarse el impuesto", indicaron Fernández Sagasti y Abraham a través de un comunicado.
Asimismo, según destaca el portal MDZ Online, remarcaron la impronta de la vitivinicultura para la provincia, la cual excede a las bodegas: "La industria del vino genera mano de obra intensiva, valores culturales y tiene injerencia directa en otros rubros, como el turismo y la gastronomía".
"Mientras Macri beneficia al sector agropecuario de la pampa húmeda, donde su familia tiene propiedades, eliminándole retenciones, agrava la economía mendocina con impuestos que no hacen más que asfixiarla, motivo por el cual desde Unidad Ciudadana se espera que el gobernador defienda los intereses de la provincia", denunciaron.
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