El doctor Cline y sus hijos |
(U24) - Una compañía donde uno puede buscar su procedencia étnica a través de un análisis de ADN llamada Ancestry.com sumada a la tan vanagloriada red social de Facebook hizo un dos más dos que dio 48.
En vez de ser el balneario del libro "La despedida" de Milan Kundera, donde los personajes van a buscar fertilidad haciéndose unos baños aparentemente milagrosos pero hay un doctor, el doctor Skreta, que insemina a las mujeres con su esperma.
"Todos llevaban abrigos azules y gorros rojos. Parecían hermanitos. Miró sus caras y le dio la impresión de que eran todos iguales y no sólo por la indumentaria. Por lo menos siete de ellos tenían la nariz llamativamente grande y la boca ancha. Se parecían al doctor Skreta."
Aunque parezca ficción el caso sucedió, y en la vida real. Al norte de Indiana, Estados Unidos, el doctor ginecólogo experto en fertilidad, Donald Cline, inseminó con su esperma a incontables mujeres.
Primero negó primero estas acusaciones, aunque finalmente las ha reconocido. Primero aseguró a sus pacientes que los donantes eran médicos residentes y que, como máximo, había usado su esperma en tres casos de éxito al hacer inseminaciones artificiales.
Sin embargo, era mentira: siempre usó su propio semen. En los tribunales Cline admitió haber inseminado "9 o 10 veces" con su esperma, pero que había perdido los registros.
En 2017 admitió que fueron 50 y la justicia solamente le hizo pagar solo US$500 por obstrucción judicial y le retiró la licencia (aunque ya estaba retirado desde el 2009). Luego pidió disculpas por "el dolor que podría haber causado", sin especificar por qué ni cuántas veces lo hizo.
En el libro de Kundera, sin embargo, el doctor Skreta quien practicaba la misma conducta con las pacientes que lo iban a ver daba estas razones para hacerlo: "Hermanos son aquéllos que tienen al menos un progenitor en común. Todos los hijos de Salomón, aunque procedían de cien madres distintas, eran hermanos. ¡Tiene que haber sido fantástico!", dice el doctor Skreta a su amigo Jakub convencido de que hay que traer muchos hijos al mundo para que no se extingan los humanos.
Si de hermanos se trata, son 48 los que se han encontrado gracias a la curiosidad de la procedencia de sus antepasados de varios de ellos que a través de plataformas como Ancestry.com donde a través de la base de datos que muestra a personas que compartan procedencia con uno, se dieron cuenta de que compartían exactamente la misma procedencia que varias personas más que vivían en los alrededores.
Luego se encontraron por Facebook dándose cuenta de que todos sus padres habían sido tratados por el doctor Cline. Hasta que se vieron en persona y ahora los 48 medio hermanos se reúnen periódicamente, en busca de más hermanos que puedan tener perdidos por ahí que ni siquiera saben de esto porque no utilizaron estas plataformas de ADN ni dudan de sus genes.
En la investigación publicada por The Atlantic se cuenta el caso de una pareja de apellido White que había ido a ver al doctor por los años 80 cuando las clínicas de fertilidad eran apenas una prueba piloto.
La pareja White notó que la oficina de Cline estaba empapelada con cuadros de bebés que "él ayudó a concebir". En el momento no les pareció extraño pero al enterarse de todo esto un escalofrío les recorrió el cuerpo.
El doctor les explicó que encontraría un médico que se pareciera al marido de la señora Liz White para que nadie sospechara, que pudiera donarles esperma y contaron que Cline los instruyó a no contar nada de que vieron a un especialista en fertilidad y sin decir nada inseminó a la mujer con su propio esperma.
"Siento que fui violada 15 veces", dijo Liz White al contar la cantidad de veces que el doctor la había inseminado. Años pasaron hasta que el hijo de los White, Matt, contó a la prensa cómo se enteró de su verdadera genética.
Estaba leyendo el diario en septiembre del 2018 y apareció la noticia de que un tal doctor Cline estaba imputado por inseminar a sus pacientes sin su consentimiento. Haciendo memoria y cálculos descubrió que la clínica era donde sus padres se habían tratado y googleó al doctor Cline.
Cuando se cargó la foto se asustó mucho: el doctor era igual a él. Según los cálculos, Cline, inseminó con su esperma del 79 al 81 hasta que se empezó a utilizar el banco de esperma y tuvo que detener su práctica delictiva. Los testimonios de los hijos y las madres que fueron inseminadas son de ira y angustia contra el doctor.
Muchas se sienten violadas y traicionadas, y los hijos piden que hayan consecuencias penales para el señor que ahora tiene 80 años, está retirado, y es padre biológico de casi 50 adultos de 30 años.
"Y yo siempre soñando con un mundo en el que el hombre no nazca rodeado de extraños, sino de hermanos.", dijo el doctor Skreta, sin saber que en la vida real había un doctor llamado Donald Cline, haciendo su sueño realidad.
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