CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En términos políticos, el resultado ya es lo de menos. Con seguridad Mauricio Macri obtendrá el final que ambicionó pero el costo que paga es enorme a causa de su impericia que quedó en evidencia, más allá del resultado que será favorable.
Toda la estructura del Gobierno porteño, poderoso y adinerado, fue volcado contra Gabriela Michetti porque ella desafió a quien se suponía que no sólo era su jefe sino, evidentemente, un líder que no puede discutirse en el PRO (¿el rostro no querible del ex aliado de Ricardo López Murphy?).
Y esa estructura la fue erosionando y aplastando a la senadora nacional, además de los errores propios de Michetti, enojada, obviamente, con tanta presión.
Michetti, en un comienzo más popular que su rival, fue perdiendo fuelle, día tras día, hasta quedar en aparente desventaja (aunque todos coinciden en que dependerá de la cantidad de gente que asista a las urnas).
Cuando comenzó la veda electoral para los políticos y sus campañas, la encuesta final la realizó Raúl Aragón y coincidió con lo que anticipaban Poliarquía y OPSM: Horacio Rodríguez Larreta tiene una leve ventaja sobre Gabriela Michetti.
Según esa encuesta de Aragón (la ilustración permite apreciar el resultado), Larreta aventaja a Michetti, y Martín Lousteau, con ECO, obtiene más sufragios que Mariano Recalde, del Frente para la Victoria.
La cuestión, sin embargo, es cómo hará Macri para reparar las heridas (inútiles, absurdas y profundas) que sangran en el PRO.
La clave ya no estará en el resultado sino en las acciones de Macri cuando exista una tendencia en firme.
Ahí él tiene una oportunidad de recuperar liderazgo y unidad. De lo contrario, él pasará a depender de los discursos y acciones que ensayen los rivales del PRO.
Porque lo que hay que tener en cuenta es que el votante del PRO, en su mayoría no es un afiliado del PRO sino un adherente circunstancial, porque así es el voto porteño.
Hoy ese sufragio está, mañana puede no estar...
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